“Carmen Mola se ha dado un tiempo para recordar que no es un solo escritor, pero ya regresa”

Entrevista a Jorge Díaz

El escritor y guionista publica ‘El espía’, un thriller histórico a caballo de la Barcelona de la Primera Guerra y el Mojácar de los años cincuenta

El escritor Jorge Díaz, autor de 'El espía'

El escritor Jorge Díaz, autor de 'El espía' e integrante del pseudónimo de Carmen Mola 

Planeta

Barcelona fue la ciudad más cosmopolita del mundo en el primer tercio del siglo XX. Así lo sostiene el escritor Jorge Díaz en diálogo con La Vanguardia, a raíz de la publicación de su novela El espía (Planeta). 

España se había declarado neutral en la primera Guerra Mundial, florecían los negocios y en los cabarets y los burdeles de la ciudad se habían juntado espías, pistoleros, prostitutas, contrabandistas y toda clase de buscavidas. “Barcelona, a la vez, también tenía esa parte de la burguesía ilustrada muy divertida, por ejemplo en el Excelsior, donde habían llevado directamente de París a Jack Urban, el barman que preparaba los mejores cócteles del mundo. Y en algunos cabarets podías ver actuaciones increíbles”, comenta el autor.

El espía mezcla ese escenario barcelonés de la Primera Guerra con el Mojácar de los años cincuenta. Díaz necesitaba un segundo escenario para contraponer la intensa actividad de aquella ciudad. “Mojácar era un pueblo precioso, muy pintoresco, pero casi medieval. Era un sitio que no lograba salir de la posguerra, no había prácticamente ni carreteras para llegar ahí”, explica el escritor, que se inspiró en la localidad andaluza cuando iba de gira de pueblo en pueblo presentando La bestia, tras el tsunami que supuso haber ganado el premio Planeta en el 2021 bajo el seudónimo conjunto de Carmen Mola.

qwef

Jorge Díaz ha escrito un libro entre la novela histórica y el thriller

Planeta

En ese Mojácar, tres jóvenes acaban de manera poco aseada con la vida de un hombre. A través de la investigación por parte del joven cabo Bermejo, empieza la reconstrucción de la vida de Isaac Ezratty, un personaje real oculto tras la identidad falsa del barón Von Rolland. 

Judío nacido en Salónica y nacionalizado alemán, Ezratty desempeñó un papel clave como espía al servicio de Alemania en las dos guerras mundiales. Su vida estuvo marcada por la ambigüedad moral, por así decirlo: colaboró con los nazis, traicionó a su pueblo y se esfumó sin dejar rastro en el 1949, al obtener la nacionalidad española.

La novela reconstruye la vida de Isaac Ezratty, un judío y espía que colaboraba con los nazis

Díaz construye al personaje a partir de sus estancias oscuras: un hombre sin escrúpulos, seductor, harto vividor, que usaba los cabarets y burdeles de Barcelona para recabar información y que llegó a montar una base secreta para submarinos alemanes. Fue protegido por Canaris, jefe del espionaje nazi, y replicó en Argentina sus operaciones clandestinas durante la Segunda Guerra Mundial, incluso infiltrándose en círculos judíos. 

Al ser detenido y liberado por colaborar con los aliados, Von Rolland se instaló en España y desapareció misteriosamente. La idea de ocultarlo en Mojácar, “un pueblo aislado y perfecto para un fugitivo”, dio a Díaz el marco ideal para ambientar una novela donde la invención literaria llena los huecos que “la historia oficial no puede explicar”.

Influencia de Mendoza

Si la novela está ambientada en Barcelona, se debe en buena parte a la lectura cuando era adolescente de La verdad sobre el caso Savolta. Díaz, madrileño por adopción, leyó en el instituto la novela medio histórica medio detectivesca de Eduardo Mendoza. Fascinado por el universo barcelonés y atraído por el género, comenzó entonces a escribir mentalmente El Espía

“Yo tengo mucha envidia de Barcelona, sobre todo por esa literatura que hay a su alrededor. Es una ciudad muy literaria y cuando voy siempre me reservo una tarde para pasar por esas calles ambientadas de la novela, por las Drassanes, la parte baja de la Rambla, por la parte del Call…”. Díaz asegura que la ciudad de hoy ya no tiene el encanto de la novela, si bien reconoce que es un tipo de encanto con el que “tampoco apetecería vivir”.

La ciudad de los prodigios

“Yo siento mucha envidia de Barcelona, sobre todo por toda esa literatura que hay a su alrededor”

El autor de El espía sigue manteniendo una relación estrecha con los dos compañeros de Carmen Mola, aunque asegura que en el proceso de escritura ha echado de menos su opinión. “Una cosa que he aprendido de escribir con ellos es que no necesariamente vale la primera idea, siempre hay alguno de nosotros que quiere darle una vuelta. Muchas veces el autor individual, por pereza o por frustración, coge la primera opción que le viene a la cabeza”.

En esta ocasión, los Mola no se han leído los borradores hasta que no los han tenido del todo cerrados (Agustín Martínez ha publicado El esplendor y Antonio Mercero publicará en breve un nuevo relato). “No nos hemos querido influenciar, de hecho ”Carmen Mola se ha dado un tiempo para recordar que no es un solo escritor, pero ya regresa”. El siguiente proyecto ya será de nuevo bajo la firma conjunta, una novela prevista para el año que viene.

Lee también

Gaspard Koenig: “Las lombrices son nuestro pasaporte para seguir persistiendo”

Lara Gómez Ruiz
El filósofo y escritor Gaspard Koenig durante su visita a Barcelona

Con El espía ya publicado, sus compañeros sí lo han leído, y parece ser que le han dado el visto bueno. Aunque Díaz acaba por confesar, muy serio, que tampoco tenían otra, pues “cuando ya no queda más remedio, la única opinión que admites es un elogio”.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...