Estos son los estrenos que llegan a las pantallas de cine este 3 de octubre:
Calificaciones
★★★★★ obra maestra
★★★★ muy buena
★★★ buena
★★ regular
★ mala
The Smashing Machine (★★★✩✩)
Dirección: Ben Safdie
Intérpretes: Dwayne Johnson, Emily Blunt, Ryan Bader
Producción: Estados Unidos, 2024 (112 min)
Biopic
Un combate tras otro
Por Philipp Engel
Existe el temor de que a los hermanos Safdie les ocurra lo mismo que a los Coen. A la espera del estreno de Marty Supreme, de Josh Safdie, que curiosamente, como el debut en solitario de su hermano Benny, también se presenta como un biopic deportivo –con Timothée Chalamet como el campeón de ping-pong Marty Mauser–, The Smashing Machine, basada en los últimos años como luchador pionero de Mark Kerr, no tiene la rotundidad de las películas que pusieron a los hermanos a la altura del mejor cine americano de los 70’s, caso de Good Time o Diamantes en bruto. Tampoco alterará el podio de las películas sobre lucha libre que ocupan El luchador, Foxcatcher y El Clan de Hierro, empezando por la última en las preferencias de este cronista.
The Rock, en la película
Dwayne Johnson, antes conocido como The Rock, podrá sin duda optar al Oscar por encarnar a esta mole que habla suavecito –músculos con corazón, sensibilidad y cierta inteligencia– sin recurrir al método, ya que, como es sabido, saltó a la fama desde el ring de la WWE. Pero el melodrama kitsch de sus peleas con Emily Blunt se merienda demasiado metraje, y lo que queda, la sucesión de brutales combates rodados con maestría casi documental; la amable rivalidad con su mejor amigo (el también luchador Ryan Bader), o los sempiternos problemas de dependencia, saben un poco demasiado a déjà vu, y no acaban de dejar respirar el tema central de la crisis del luchador invicto cual metáfora de la enfermiza cultura del éxito.
Estamos ante una tan interesante como claustrofóbica zambullida en el ADN white trash de la cultura americana, que se desarrolla entre la casa suburbana, el gimnasio y los intercambiables escenarios de lucha –el único punto de fuga es una escapada a una feria–. Pero, en su deseo de ser diferente, trabajando ciertas texturas, apostando por una aproximación más íntima y obviando la épica más trillada, acaba oliendo un poco demasiado a telefilm. La idea de la estrella olvidada cual sudadera sudada, con su aparición final (empujando carrito de supermercado) apela a una variante de la eterna mística crepuscular con la que resulta complicado empatizar al menos que uno haya crecido viendo Pressing Catch y jugando con figuritas articuladas vigoréxicas dándose de hostias.
Estrany riu (★★★★✩)
Dirección: Jaume Claret Muxart
Intérpretes: Jan Monter, Nausicaa Bonnin, Jordi Oriol
Producción: España-Alemania, 2025 (106 minutos). Drama
Agua, bicicletas y adolescencia
Por Jordi Batlle Caminal
Es evidente que el cine catalán está viviendo un momento creativo óptimo, y ahí están las películas de Carla Simón como ejemplo irrefutable. Pero también hay títulos que pasan inmerecidamente desapercibidos y que están a una altura superior a la de las aclamadas Casa en flames y El 47, como la modesta y emotiva L’edat imminent o Un sol radiant, insólito cruce entre Alcarràs y la Melancolía de Lars von Trier. Estrany riu no debería pasar desapercibida, porque es una gran película, rebosante de belleza, inspiración y emoción.
En primera instancia, estamos ante otra crónica de verano con muchos paseos en bicicleta, muchos baños en el río y un adolescente (el debutante Jan Monter, excelente) que viaja con sus padres y sus dos hermanos menores por el Danubio y siente los fulgores del deseo sexual propios de esta etapa de transformación y desconcierto. Predomina la felicidad, la buena relación familiar, sin conflictos, solo pequeñas discusiones. Jaume Claret Muxart, que firma el guion en colaboración con Meritxell Colell, filma estas estampas con serena naturalidad, registro impresionista y muy atento a los latidos de la naturaleza: la luz a veces cegadora del sol, el viento que acaricia las hojas de los árboles, las múltiples formas que dibuja el agua… Sin embargo, esta placidez poco a poco adopta un acento especial, abstracto, casi sobrenatural, como si cruzáramos a otra dimensión. Se diría que de Jean Renoir pasamos imperceptiblemente a David Lynch.
Hay en el cineasta catalán, que ya había recorrido el río en el cortometraje Los Danubios, un espíritu constante de invención en la manera de filmar la historia, en su composición visual y sus travellings y en la sensualidad que destila cada plano, cada imagen, cada caricia y cada abrazo, particularmente en el tramo final (durante y después del más bien fantasmagórico viaje en barca del protagonista y otro muchacho y su historia de amor), que adquiere una brillantez visual llena de melancolía y lirismo.
Münter y el amor de Kandinsky (★★✩✩✩)
Dirección: Markus Rosenmüller
Intérpretes: Vanessa Loibl, Vladimir Burlakov
Producción: Alemania, 2024 (126 min)
Biopic
A la sombra del genio
Por P. Engel
Hitler, que la película cita, condenaba el “arte degenerado”, es decir “toda obra que no se entienda y que requiera de pomposas explicaciones”, igual que parte del público actual (y algún “crítico”) ante el cine menos convencional. Paradójicamente, como ya es tradición, este acercamiento a la figura del “degenerado” Kandinsky, por la vía de la perspectiva de género (su fama anuló la de su amante, Gabriele Münter), cae en el mismo academicismo que el ruso quiso romper. Paisajes, colores bonitos, riñas de pareja.
Adorable (★★★★✩)
Dirección: Lilja Ingolfsdottir
Intérpretes: Helga Guren, Oddgeir Thune, Heidi Gjermundsen
Producción: Noruega, 2024. 101 m. Drama
Escenas de un matrimonio
Por Salvador Llopart
Es toda una provocación desde el mismo título. ¿Adorable? Para nada. Una muestra de revisionismo feminista, aunque no lo parezca, arrastrados por la sensiblería pop de sus imágenes. Paciencia: invita a mirar lo mismo de otra manera. Estamos o estaremos, en cierto momento, ante la peor amante del mundo, que así se podría haber llamado el filme de Øystein Mamen. Una mujer -inmensa Helga Guren: ella es la película- frente a una ruptura sentimental. ¿De quién es la culpa? ¿Dónde queda la responsabilidad? Pasen y vean.
Un fantasma en la batalla (★★★✩✩)
Dirección: Agustín Díaz Yanes
Intérpretes: Susana Abaitua, Andrés Gertrúdix, Iraia Elias, Raúl Arévalo
Producción: España, 2025 (105 min)
Thriller
Una infiltrada, dos películas
Por P. Engel
Aunque no quedan claros los motivos para volver sobre la infiltrada en ETA, más cuando se da el mismo punto de vista de la propia agente (Susana Abaitua), la propuesta tiene nervio, estilo y canciones italianas. Hace más hincapié en el oscuro pasado de su superior (Andrés Gertrudix) y se profundiza algo más en un entorno abertzale ficcionalizado, confrontado a imágenes de archivo, tanto de los videos promocionales etarras como de las manifestaciones de repulsa, sin olvidar a los más de 400 muertos en democracia.
Susana Abaitua protagoniza la película
Parecido a un asesinato (★★★✩✩)
Dirección: Antonio Hernández
Intérpretes: Blanca Suárez, Eduardo Noriega, Tamar Novas
Producción: España-Argentina, 2025 (111 minutos). Thriller.
Las apariencias engañan
Por J. Batlle
Basada en la novela homónima de Juan Bolea, esta es una película de intriga truculenta e inverosímil, pero indiscutiblemente eficaz gracias a una construcción que, como la reciente (y muy superior) “Weapons”, se apoya en los puntos de vista de cada personaje (aquí concretamente cuatro), que cambian también nuestro punto de vista cada vez que vemos los mismos hechos desde una óptica nueva. Igualmente eficaces son las interpretaciones y la puesta en escena de Hernández, sólida y elegante.
Fotograma de la película
La sospecha de Sofía (★★✩✩✩)
Dirección: Imanol Uribe
Intérpretes: Álex González, Aura Garrido, Zoe Stein
Producción: España, 2025. 100 m. Drama
Espiar en tiempos revueltos
Por S. Llopart
El punto de partida, ya de por sí, es forzado. Con dos hermanos gemelos que son el mismo (Álex González), separados al nacer. Uno, adoptado, se ha hecho un lugar en la cúpula económica de la España franquista de los sesenta. El otro está en manos del régimen comunista. A pesar de los movimientos de cámara elegantes y la buena disposición del elenco, esta película basada en la novela de Paloma Sánchez-Garnica, se pierde, y nosotros con ella, en un juego de espías absurdo. Marcada por un exceso de sentimentalidad codificada.

