El cine noruego se ha situado en la primera fila internacional en los últimos años gracias a una serie de películas de calidad que profundizan en las relaciones humanas. Joachim Trier consiguió varias nominaciones a los Oscars hace tres años con La peor persona del mundo, una cinta que le reportó a su protagonista, Renate Reinsve, el premio a la mejor interpretación femenina en el festival de Cannes del 2021.
Otro director noruego, Dag Johan Haugerud, se ha hecho un hueco en festivales como el de Berlín con su trilogía: Sex, Love, Dreams. Tres películas que, como la de Trier, ahondan en la forma en que se relacionan los adultos que viven en grandes ciudades del primer mundo y, en particular, de los países escandinavos donde reina el Estado de bienestar, que proporciona seguridad económica, pero no siempre emocional.
‘Adorable’ es un relato de superación bien contado y mejor interpretado por la actriz Helga Guren
A la estela de estos realizadores se ha unido ahora la directora Lilja Ingolfsdottir, quien a los 49 años firma su ópera prima, Adorable, una cinta que se ha llevado los principales premios cinematográficos de Noruega y que hoy llega a las pantallas españolas.
Maria se divorció de su primer marido. La pareja no paraba de pelear. Ella se quedó con el grueso del cuidado de sus dos hijos. Poco después conoció a Sigmund. Lo suyo fue amor a primera vista. Maria siguió al chico por toda la ciudad hasta que logró conquistarlo. Al principio, las cosas funcionaron muy bien. Sigmund era encantador y cariñoso. Se ocupaba de los hijos de Maria y siempre estaba contento y sonriente.
Pasan los años y Maria y Sigmund tienen dos hijos más. Él viaja mucho por trabajo. Ella está en casa, agotada por el cuidado de los niños, por la escasez de dinero y por la imposibilidad de poner en marcha sus propios proyectos laborales. Maria se convierte en una persona antipática, puede que amargada. Se pasa todo el día haciendo reproches a su marido y a su hija mayor. Lo peor de todo es que tiene razón en muchas de sus críticas, pero el resultado es que nadie la aguanta.
Ingolfsdottir sumerge a su personaje en un viaje de autoconocimiento y superación de su falta de autoestima en un relato bien contado y mejor interpretado por la actriz Helga Guren.


