“Cuando fui madre comprendí que hay una diferencia abismal entre lo que la sociedad te cuenta de la maternidad y la realidad”. Johanna Moder es directora de cine y pensó que su oficio podía servirle para explicar esa, por llamarlo de alguna manera, decepción, con la maternidad.
Así se gestó la idea de rodar Mother’s Baby , una película protagonizada por Marie Leuenberger y Hans Löw, que ha pasado por el festival de Sitges. La cinta cuenta la historia de Julia, una exitosa directora de orquesta a la que solo le falta una cosa para tenerlo todo en la vida: ser madre.
“En la mayoría de casos, la madre pasa a un segundo plano mientras el hombre sigue viviendo su vida”
Julia se somete a un tratamiento de fertilidad en la clínica del doctor Vilfort, queda embarazada y, tras un doloroso parto, da luz a un niño que nace con el cordón umbilical enredado al cuello. El médico se lleva al pequeño a cuidados intensivos. A la mañana siguiente, entrega a Julia y a su marido un bebé rebosante de salud. Pero con el paso de los días la madre empieza a pensar que ese niño no es realmente su hijo.
“Te cuentan que el parto es lo mejor que te pueda pasar, pero nadie te habla del dolor o de que puedes llegar a vomitar. Se habla muy poco del parto porque está íntimamente vinculado con la muerte y de la muerte tampoco se habla”, cuenta en una charla con La Vanguardia a su paso por Sitges la directora austríaca, que fue alumna de Michael Haneke.
Además, el desengaño de la maternidad va más allá de lo físico. Tiene una vertiente profesional: “En la mayoría de casos, la madre pasa el segundo plano, está a cien por cien por el niño mientras el hombre sigue viviendo su vida”, añade Moder cuya película sigue la estela emprendida por otras directoras como Alauda Ruiz de Azúa con sus Cinco lobitos o Mar Coll con Salve Maria.


