Tres años después de Unicorn Wars, Alberto Vázquez está de vuelta en el festival de Sitges con Decorado, película basada en el corto homónimo que estrenó en el 2016 y que reflexionaba, en tono de fábula existencialista, sobre el sentido de la vida. Nominada tanto a mejor película de la sección oficial como de Anima't, Decorado vuelve a contar con el protagonismo de Arnold, un ratón de mediana edad desempleado que tiene la sensación de que todo lo que le rodea es extraño. Quiere con locura a María, su pareja, pero ella está desbordada sacando adelante una maltrecha situación económica. “El proceso de pasar del corto a la película fue bastante orgánico. Como director quiero llegar a más gente”, explica en charla con La Vanguardia.
Fotograma de 'Decorado'
El germen surgió en el 2012 con una serie de historias cortas de cómic sobre animalitos en crisis existencial que dio lugar al corto. Años después, con el coguionista Xavier Manuel pensaron en una serie de animación para adultos que no salió adelante pero cuyas ideas han plasmado en este nuevo e interesante largometraje, que desembarcará en los cines el 24 de octubre y que toca muchos temas actuales. “Quería reflejar un poco la sociedad en la que vivimos hoy en día, que me parece un poco inquietante: la superficialidad, las redes sociales, la polarización, guerra, inteligencia artificial...”. Vázquez opina que “todos vivimos con una máscara, en el trabajo y a veces en la familia. Tenemos dos caras y deseaba hablar de las relaciones verdaderas y las falsas con una fábula sobre el sentido de la vida y la libertad”.
Quería reflejar un poco la sociedad en la que vivimos hoy en día, que me parece un poco inquietante: la superficialidad, las redes sociales, la polarización, guerra, inteligencia artificial
Arnold y María son como una especie de Mickey y Minnie mouse, “una pareja en crisis que se trata con cierto respeto”. Arnold es un personaje roto que intenta buscar su sitio y tiene a sus amigos de verdad, una panda de outsiders. En un momento determinado, a María le tienta la promesa de prosperidad que le ofrece Don Gregorio, un jefazo de la mega corporación Alma, “una mezcla de Amazon, Google y Monsanto juntos que controla toda la ciudad”.
En Decorado la policía son sabuesos agresivos y no queda gente en la que confiar. La hipocresía domina una sociedad alienada que toma pastillas para ser felices. “Creo que vivimos en una crisis médica que refleja la película. Cuando tenemos un problema la medicina contemporánea nos da unas pastillas o mucha gente busca en la drogas una manera de calmar su ansiedad. Si hay tanta gente que se medica y hay tanta crisis laboral, médica, existencial y de pareja es que como sociedad hay algo que no funciona”.
Una imagen del filme de Vázquez
Sobre su idea de felicidad apunta que es “el no dolor”. “Es algo que no existe, como una zanahoria que la gente busca y que solo surge en momentos puntuales cuando estás relajado y no eres consciente de ello”. Como dice uno de los personajes, el mundo es un maravilloso escenario, pero tiene un punto deplorable. “Es necesario mirar en nuestro interior, que ahí es donde está realmente la libertad. No puedes buscarla en el exterior”. Y saca a colación la frase que dice un niño gato: “no es síntoma de salud estar bien adaptado en una sociedad enferma”.
Respecto al panorama del cine de animación para adultos, lo tilda de “peculiar” porque el 90 por ciento de las cosas que se producen en animación son para un público infantil. “Creo que es algo cultural porque la gente entiende que un largo animado siempre es para niños”. Vázquez, sin embargo, agradece que “he tenido la suerte de hacer más o menos lo que he querido y vivir de esto por ser diferente”.


