Un robo, otro más, en un museo francés. Tras el hurto en septiembre de ejemplares de oro nativo durante un allanamiento en el Museo Nacional de Historia Natural de París y otro hurto ese mismo mes con daños estimados en 6,5 millones de euros en el museo museo de porcelana de Limoges, ahora toca el turno del Louvre. Este domingo, el museo parisino ha copado titulares después de que unos encapuchados a primera hora de la mañana saquearan hasta nueve joyas de la corona de Francia, ubicadas en la galería Apolo.
Noticias que llegan solo días después de la desaparición del cuadro Naturaleza muerta con guitarra (1919) de Picasso, uno de los autores más codiciados por los ladrones en las últimas décadas. El cuadro ahora sustraído, de propiedad privada, salió de Madrid para ser expuesto en Granada, pero no llegó.
El robo de La Gioconda convirtió la pintura en todo un icono mundial
Pero, volvamos al Louvre. No es la primera vez que algo así ocurre en la famosa pinacoteca, aunque cabe decir que el último –hasta hoy – fue en 1998, cuando un cuadro del pintor francés Camille Corot fue robado, también a plena luz del día. La pintura jamás se recuperó. Aunque si un caso es sonado, ese no es otro que el de la Mona Lisa. Ocurrió en agosto de 1911 y el escándalo fue tal que el lienzo, del que no se tenía pista, acabó convirtiéndose en el icono que es hoy, pues la curiosidad por saber de su paradero se volvió mundial. Tanto es así, que la gente llegaba a hacer cola para visitar el espacio vacío que hasta ese momento ocupaba el retrato de Leonardo.
Recuperación de La Gioconda
¿Cómo volvió a su lugar? La historia es cuanto menos rocambolesca pues, dos años más tarde, en 1913, cuando ya se había dado todo por perdido, un tal Leonardo citó en un hotel de Florencia al director de la Galería de los Uffizi y a un marchante de arte. El individuo, que resultó ser Vincenzo Peruggia, un carpintero italiano que había trabajado en el Louvre, decía tener en sus manos La Gioconda. Tras examinar el cuadro y comprobar su autenticidad, dieron parte a las autoridades y el ladrón fue detenido. Por cierto, este mes se celebra el centenario del fallecimiento de Peruggia. ¿Casualidad?
Recuperación de LaGioconda
En 2021 también se recuperaron piezas robadas en el Louvre, pero en 1983, que pertenecían a una armadura del siglo XVI. Un experto en antigüedades las encontró en el lote de una herencia en Burdeos, pues había sido contratado para llevar los trámites. Se trataba de un casco y una coraza de hierro con incrustaciones de oro.
El Louvre recuperó dos piezas robadas hace cuarenta años
Las piezas habían sido donadas al Estado francés en 1922 por la baronesa Salomon de Rotschild, detalla el Louvre. El 1 de mayo de 1983, la vitrina donde estaban expuestas amaneció destrozada y las circunstancias todavía hoy son una incógnita. Hace ya un tiempo que vuelven a estar de cara al público en la sala de Objetos de Arte del ala Richelieu
