Pedro Mairal, escritor: “Tras la adolescencia, te revuelca la ola varias veces en la vida, y todas duelen”

Novedad editorial

El autor argentino aborda en su novela 'Los nuevos' el complejo tránsito a la realidad de la edad adulta

foto NACHO VERA GALBARRO (08/10/2025) Entrevista a Pedro Mairal por su novela

Pedro Mairal fotografiado recientemente en Barcelona

Ignasi Vera

Para compensar el protagonismo que le dio al ukelele hace ya nueve años en la premiada La uruguaya , Pedro Mairal ( Buenos Aires, 1970) manda a unos de los tres protagonistas de su última novela, Los nuevos (Destino), que organice una quema masiva de ese instrumento.

“Me pasé de rosca a favor del ukelele..., quería compensar”, admite con una sonrisa el autor de Los nuevos . Pero el fuego se desmadra y sale todo tan mal como los primeros pasos de los tres protagonistas casi postadolescentes, Thiago, Pilar y Bruno, en el trance que hay entre la pérdida de la adolescencia y el logro de la adultez.

“ Si no crecés como ellos [los adultos] quieren, prefieren que no crezcas”. ¿Es la frase que explica el libro?

Ahí se cifra algo en el libro, que tiene que ver con el desencuentro entre generaciones, una incomprensión muy grande de los adultos por parte de esos jóvenes que creen que los adultos, con sus mejores intenciones, los tratan de controlar, y eso provoca un cortocircuito gigante.

Los adultos no salen muy bien parados en la novela...

Sí, es verdad, los adultos son en la novela (esto me lo dijo alguien el otro día) como los padres de Tom y Jerry, que aparecen de rodilla para abajo. Es decir, están un poco fuera del cuadro.

¿Quiénes son “los nuevos” del título del libro?

Se refiere a ese momento de vida en que ya no sos adolescente y todavía no sos un adulto y sos el nuevo, el recién llegado, el que recién sale al mundo. Y estás en ese momento que se te enloquece la brújula, no sabes para dónde vas a salir disparado, los modelos de adultos no te calzan, estás empezando los primeros trabajos que quizá no te gustan, empiezas a dormir con otra gente en otras casas... La vida se te pone rara, de pronto. Se llena de variables, de posibilidades, se llena de incertidumbre, de cierta orfandad. Y a pesar de todas esas adversidades, salís, porque querés salir, y esquivás mandatos familiares. Esos son los nuevos, los que están entrando en el mundo.

Contradicción

“En la adolescencia tenés mucha fuerza, la fuerza del nuevo, pero te faltan las herramientas”

Thiago imagina que va a otro mundo, uno en el que todo el mundo va a ser controlado. No sé si prefigura usted una realidad que ve cerca con personajes como Donald Trump, Javier Milei...

Él se plantea un futuro medio distópico en el que toda palabra escrita va a tener que circular de manera digital para poder ser controlada.

¿Un Gran Hermano?

Sí, son esas especies de proyecciones hacia el futuro no muy lejano a lo Black mirror . Esta idea del hipercontrol... Me preocupa la falta de intimidad, que sepan todo lo que hago. Pero la gente por ahí te dice que si no tenés nada que ocultar no tenés nada que temer. Me parece supersiniestro: la identidad sin intimidad no existe, porque desde la sombra siempre se funda algo. Y en esa sombra confías también para replegarte, para irte, para salirte del ser social constante. Necesitamos ese cono de sombra.

Pero sucede que Thiago, Pilar y Bruno flirtean con las drogas. Y son algo pesimistas. ¿Qué van a aportar entonces al mundo de los adultos?

No me parece que sean pesimistas. Veo a Bruno que encuentra su camino y descubre que se va a dedicar a la música...

Bueno... Bruno llega a decir seriamente: “Me quería morir”...

Porque está pasando por una etapa muy oscura. Pero pasar por una etapa oscura no significa quedarse encerrado en el pesimismo. Quizá el que más queda atrapado en algo sea Thiago. Pero Thiago tiene la palabra de escribir [es una de las voces de la novela], Bruno tiene la música y Pilar tiene el cine. Los tres tienen esas herramientas de comunicación muy fuertes y las están usando.

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Un fragmento de 'Los nuevos', de Pedro Mairal

Pedro Mairal
Pedro Mairal, fotografiado hace unos días en Barcelona

¿La adolescencia es la peor etapa de la vida?

No, no, no. Después te puede revolcar la ola varias veces en la vida, y todas duelen. Lo que tiene la adolescencia es que, por un lado, tenés mucha fuerza, tenés la fuerza del nuevo, pero, por otro lado, te faltan herramientas y tenés mucha incertidumbre y no entendés todavía bien.

Lenguaje

“Escribo con una lengua viva, esa con la que vos insultás y hacés reír, con la que seducís”

“¿Por qué no te vas un poquito a la reputa madre que te remil parió?”. El cliché dice que los argentinos son los que mejor insultan.

Ahí Bruno [estando en EE.UU.] elogia un poco el insulto argentino. Porque él no siente peso en las palabras en inglés. Siente que no puede insultar y no lo pueden insultar en inglés. Entonces, él habla de cómo son los insultos en la Argentina. Pero son momentos como de microensayos, porque a mí me interesa escribir desde una lengua viva. Y tu lengua viva es la lengua con la que vos insultás, con la que hacés reír, con la que seducís, la lengua con la que soñás, la lengua que te duele cuando alguien te insulta o te hace llorar.

En el libro se menciona varias veces a Messi.

¿Aquí lo siguen queriendo?

Por supuesto.

Es verano del 23, enero. En Argentina es verano en enero. Y fue un verano muy particular porque acababa de ser la final del Mundial de Qatar y la playa estaba llena de niños con la camiseta de Messi. Entonces, yo lo llamo a eso el verano de los mini Messi. Eran como unas pulguitas celestes y blancas e incluso si tenías un hijo no lo distinguías, o sea, que se te podía perder porque había miles de mini Messi dando vueltas. Fue muy particular. Fue muy lindo, además, vivir el festejo en Buenos Aires.

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Pedro Mairal en Barcelona. 

Ignasi Vera / Propias

Thiago critica el Creep de Radiohead, cuando él es un poco creep , un poco weirdo , como dice la canción. ¿Por qué?

Porque es la música de su padre.

Vaya... es algo a lo que tendemos todos los hijos, sí...

El mainstream para Thiago es la música esa que pone su papá. Entonces, bueno, piensa: “Eso no me va a gustar, yo escucho otra cosa”. Y creo que la búsqueda de la identidad de cada uno muchas veces se da en las canciones que elegiste.

Es su novela más extensa.

Son tres novelas cortas también. En un momento planteé publicarlas por separado, pero me convencieron y me hicieron ver en la editorial que funcionan por contraste. Por supuesto, además, son una trenza de tres historias. Pero creo que para ganar tiempo, cuando yo había prometido la novela para una fecha y no llegaba y no me salía la parte de Pilar, propuse publicarla en partes separadas. Hubiera sido un error.

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