Con la música en otro lugar, que está en Montjuïc

BLUES URBANO

Con la música a otra parte, que es Montjuïc
Director adjunto

En 1929, la revista D’aci i d’allà publicó una edición especial dedicada a la Exposición Internacional de Barcelona. Dicha edición presentaba la montaña de Montjuïc como un oasis de arquitectura, arte y naturaleza, sin embargo, la música no fue mencionada en absoluto.

Y eso que sabemos que tuvo una gran influencia en esos años de esplendor. Los recitales que se ofrecían con el imponente órgano del Palau Nacional, hoy desatendido y cubierto de polvo, se difundían mediante un rudimentario sistema de sonido por toda la avenida de Maria Cristina, para el disfrute de los aficionados a la música de aquella época.

Montjuïc siempre ha sido un escenario para la música, pero fue la renovación del Estadi Lluís Companys y la construcción del Palau Sant Jordi, previos a los Juegos Olímpicos, lo que facilitó su consolidación como recinto musical. Dos fechas son particularmente significativas en este contexto: el 13 y 14 de junio de 1990, momentos en que los Rolling Stones visitaron Barcelona como parte de su gira Urban Jungle .

Montjuïc se afianza en el panorama mundial de giras, superando a sus rivales.

Mick Jagger, Keith Richards y sus compañeros no fueron los pioneros en sonorizar el estadio, ya que los conjuntos que actuaron en la inauguración lo hicieron antes, pero sí fueron quienes presagiaron el futuro: la consolidación de Montjuïc como destino para las giras de alto perfil, las congregaciones multitudinarias ascendiendo la colina para ser parte del evento de los conciertos, el fomo (la aprensión de no ser el único ausente) y las estancias prolongadas, pues con el transcurso del tiempo se ha vuelto común que los intérpretes realicen múltiples presentaciones en el mismo lugar.

Si bien es importante señalar que, en 1981, Bruce Springsteen ya había ofrecido una actuación legendaria en la ladera de la montaña, en el escenario de un Palau d’Esports que también ha conocido épocas más gloriosas.

02 - 09 - 2019 / Barcelona / Palau Sant Jordi / Concierto de Billie Eilish / foto: Llibert Teixidó

Billie Eilish actuó en 2025 únicamente en el escenario español del Sant Jordi. 

Llibert Teixidó

The success of filling Montjuïc with music, mirroring previous endeavors in art and sports, is confirmed by the latest figures released by BSM, the entity overseeing the Olympic Ring. In 2025, 116 concerts were held, drawing 1.2 million attendees, and projections for 2026 are highly promising, featuring a varied lineup including Rosalía, Bad Bunny, El Último de la Fila, Eric Clapton, and Oques Grasses.

La exitosa consolidación de Montjuïc como epicentro musical se debe en gran medida a la conveniente localización de la Anella Olímpica. Esta área se encuentra lo suficientemente próxima al corazón de la ciudad para facilitar el acceso (el Estadi y el Sant Jordi se consideran recintos casi céntricos si se comparan con sus homólogos europeos), pero a la vez lo bastante alejada de las zonas residenciales como para no incomodar a los residentes más aprensivos. 

A todo ello se suma ahora una gestión más proactiva por parte de BSM, que convierte las dos sedes en algo más que simples contenedores. En este contexto se sitúa su apuesta p or ampliar el Sant Jordi Club para que pueda acoger conciertos de hasta 9.000 espectadores. Todo menos relajarse, porque ahora mismo no hay ciudad que no esté acometiendo mejoras para captar el máximo de conciertos posibles.

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En el entorno cada vez más disputado de los grandes espectáculos, Barcelona puede beneficiarse, aunque suene desagradable, de un infortunio mundial: una emergencia climática que prolonga las noches con clima templado más allá del estío. El Estadi Olímpic, ahora que el Barça ha trasladado sus partidos de fútbol, cuenta con escasa competencia en este aspecto, dado que rivales comunes como el Metropolitano tienen como inquilino permanente a un club, en este caso el Atlético de Madrid. Una situación similar ocurriría con el Bernabéu, si el Real Madrid lograra una insonorización de su recinto que satisfaga a los residentes, algo poco probable. 

El Palau Sant Jordi posee la misma ventaja que un nuevo y formidable rival: el Roig Arena de Valencia, que es el estadio del Valencia Basket y, por consiguiente, ofrece menos días disponibles para eventos musicales.

Es una pena, no obstante, que en 2026 no se pueda concluir un ciclo de forma satisfactoria con la última visita de los Rolling Stones a Montjuïc, coincidiendo con el 50 aniversario de su debut en la ciudad, en la plaza de toros Monumental. Se percibe que a Richards, con 82 años, la gira planeada, que también tenía muchas probabilidades de pasar por Barcelona, le resulta sumamente ardua. Sin embargo, tratándose de los creadores de Time is on my side, nunca se debe descartar una aparición final.

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