Un total de 27 mujeres acusan al cineasta Eduard Cortés de acoso sexual

Cine

La información revelada por 'El País' señala que las supuestas víctimas tenían entre 20 y 30 años, y dos de ellas eran menores cuando ocurrieron los hechos

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Eduard Cortés, en una imagen de archivo 

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Nuevas denuncias de acoso sexual salpican el mundo del cine. Esta vez es el director catalán Eduard Cortés, realizador de populares series como Merlí o Ni una más, el señalado por más de vientisiete mujeres a través de una información publicada este miércoles por El País

El citado reportaje indica que la mayoría de las mujeres que acusan a Cortés eran actrices y tenían entre 20 y 30 años cuando ocurrieron los hechos, pero que dos de ellas eran menores de edad. El modus operandi del cineasta (65 años), siempre según estas denuncias, consistía en contactar con ellas a través de alguna red social como Facebook, MySpace, Messenger, Instagram o Skype para presentarse como cineasta que buscaba actrices para nuevos proyectos. Bajo este pretexto, les ofrecía el trabajo a cambio de que “se grabaran desnudas, masturbándose o realizando otro tipo de prácticas sexuales”. 

Según las denunciantes, Cortés contactaba con ellas a través de redes y, bajo el pretexto de ofrecerles trabajo, les pedía que se grabaran desnudas o se masturbaran 

Entre las supuestas víctimas que han denunciado a Cortés se encuentran la fotógrafa Silvia Grav, la artista visual Eva Fàbregas o las actrices Sofía Barco, Norah Alexandra Vega y Nicole León. Grav fue la que levantó la libre el pasado mes de octubre al compartir a través de Instagram alguno de los mensajes que intercambió en su día con Cortés. “Este señor me contactó cuando yo tenía 19 años y él, 55, prometiendo ayudarme profesionalmente”, indicó. Posteriormente, decenas de mujeres se sumaron a la denuncia.

En su defensa, Cortés ha admitido en la citada información de El País que, para un proyecto en el que la redes sociales eran protagonistas, antes de 2009, contactó con muchas actrices a través de internet. Sin embargo, asegura que las conversaciones “se produjeron dentro de lo hipotético, buscando conexiones entre el modo de actuar del personaje y nuestra experiencia personal”. Y añade: “Nunca eran propuestas explícitas”. 

A raíz de la denuncia de Grav y del resto de afectadas, muchas quieren dar el paso para llevar el caso ante la justicia. De hecho, al menos 15 de ellas se han aliado para una denuncia colectiva que está en fase de preparación, aunque lamentan los altos costes de los servicios jurídicos solo para iniciar los trámites.

En octubre, cuando se produjeron las primeras denuncias por Instagran, la Acadèmia del Cinema Català, del que Cortés era miembro, aseguró que abriría una investigación interna, pero el proceso aún no habría arrancado. El cineasta acusado se dio de baja de la entidad cuando se revelaron los casos.

En una historia de Instagram de hoy mismo, posterior a la publicación del reportaje, Grav subraya que Cortés “no desmiente los hechos” y “sigue sin pedir perdón” a ninguna de las mujeres denunciantes. Además, lamenta que la Acadèmia del Cinema “no ha hecho ningún comunicado al respecto” y solo “se ha limitado a esperar al último día de plazo que el protocolo permitía (30 días) para dejar que Eduard se fuera por su propio pie”. Y agrega: “Nadie de la academia contactó con ninguna de nosotras durante esos 30 días con respecto a la investigación”. 

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