‘TRON: Ares’: del videojuego a la invasión de la IA

Cine

Entre batallas y persecuciones, y con una fulgurante estética colorista deudora de anteriores entregas, la esperada continuación de la saga ‘TRON’ profundiza en la compleja relación entre los humanos y la IA

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Greta Lee, Jared Leto y Arturo Castro en una de las escenas de la nueva entrega de TRON

Leah Gallo / EFE

En el mundo de TRON: Ares, las inteligencias artificiales (IA) pueden tomar la forma humana. A pesar de todo su poder, sin embargo, solo puede existir en el mundo real durante 29 minutos. El tiempo corre en su contra. Tras TRON (1982) y TRON: Legacy (2010), la nueva entrega de la saga resulta una sucesión de carreras contra reloj, pirotécnicas y efectistas carreras entre dos corporaciones mundiales enfrentadas por encontrar el denominado código de permanencia: la fórmula que permitirá a los programas de IA vivir indefinidamente.

Hasta ahora la serie TRON se ha basado en el viaje de sus personajes al mundo del videojuego digital. Por el contrario, TRON: Ares es la historia de la invasión, por parte de la red, de nuestro propio mundo.

“Es una exploración, en clave de aventura, de la ética relacionada con la existencia de la IA”, explica Jared Leto

La escasa relación de la nueva entrega de TRON con las películas anteriores se subsana con la presencia del personaje de Kevin Flynn, encarnado por Jeff Bridges, con un pequeño papel, casi un cameo. Flynn fue, en la entrega inicial, el primer viajero al mundo de neón que es TRON, Un mundo repleto de luces fosforescentes, trajes de latex y mega motos a la velocidad de la luz que ahora se exportan al mundo real.

“Hemos querido llevar a TRON en una nueva dirección y, al mismo tiempo, honrar el universo creado por las películas de la saga”, explicaba Joachim Rønning, el director del filme, tras la premier londinense. “Si tuviera que hacer alguna crítica a las anteriores entregas sería que, en mi opinión, les faltaba emoción. Yo no quiero ver una película que no tenga corazón”, afirmó. Además de la banda sonora industrial y rasposa de Nine Inch Nails (Trent Reznor y Atticus Ross), el corazón -con prácticamente una historia de amor de por medio- lo pone el encuentro entre Ares, la IA que da título al filme, interpretado por Jared Leto -el casi siempre histriónico actor, Oscar en 2014 en la categoría de actor de reparto por Dallas Buyers Club - y Eve (Greta Lee), la directora ejecutiva de ENCOM, una de las multinacionales decididas a acercar el mundo digital al real.

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Una imagen de 'Tron: Ares'

Disney España

“TRON: Ares” llega en el momento oportuno”, explica Leto a los medios de comunicación. “Es una exploración, en clave de aventura, de la ética relacionada con la existencia de la IA”. Lo cierto es que la IA está en boca de todos, y Leto interpreta a Ares, una IA capaz de desobedecer a su creador y seguir su camino. “La IA es una incógnita para todos nosotros”, dice la actriz Jodie Turner-Smith al respecto. Turner-Smith encarna otra poderosa IA, enemiga de Ares/Leto. “No tenemos respuestas claras, pero estoy convencida de que no todo tiene porqué ser pesimismo y tristeza si la tecnología se utiliza con responsabilidad”.

TRON: Ares se sustenta en conceptos tecnológicos fuertes y en cuestiones filosóficas sensibles, así como en una estética deudora de las anteriores entregas. Busca, además, la emoción en el conflicto interno de los personajes, tanto humanos como digitales. Pero en esencia no deja de ser una larga persecución con formas de videojuego.

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