El australiano Michael Shanks debuta en el largometraje con Together, una obra tan rocambolesca como divertida que dejó buenas sensaciones en el festival de Sitges y ahora llega a las salas dispuesta a que las parejas acarameladas mantengan las distancias. ¿Cómo? Pues a través de una historia que cuenta con una pareja real, la formada por Dave Franco y Alison Brie, que pasa por una crisis, y decide mudarse al campo en busca de tranquilidad.
Un día hacen senderismo y caen por accidente en una cueva. Se acaba el agua de la botella y no tienen más remedio que beber la que hay allí. Poco después, sus cuerpos empiezan a experimentar una transformación física y emocional hasta un punto de codependencia extrema.
Tan extrema que llega a fusionar body horror con tintes de comedia que deja enganchado al respetable en la butaca.
