No todo va a ser autoficción en este mundo, por suerte

CULTURA/S: LITERATURA EN CATALÁN

Una selección de la mejor narrativa en catalán del año en la que, a pesar de las apariencias, la autoficción no 
es el rey

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Especial Cultura|s de Navidad

No todo va a ser autoficción en este mundo, por suerte

Para no ser menos que el crítico de literatura española Juan Antonio Masoliver Ródenas (quien ha tenido la buena idea) ordeno los libros catalanes del 2024 por orden alfabético. Incluyo tanto los que considero entre los mejores como los que más me han interesado personalmente.

Sílvia Alcàntara. Cèlia Palau (Edicions de 1984). La protagonista estuvo casada con un chico de casa bien y ha vivido en una mansión con criada, se ha separado y ha fregado escaleras para sobrevivir. Verdad social, libertad personal y libertad sexual, amor y compañía. Y, sobre todo, honestidad y talento narrativo.

Júlia Barcardit. El Raval a deshora (Núvol). Una crónica de la Barcelona actual, temida y desconocida, hablando con gente que no aparece nunca en los papeles, entrando en lugares donde nadie mete la nariz. Personaliza el Raval, con curiosidad y deseo.

Eva Baltasar. Ocàs i fascinació/Ocaso y fascinación (Club Editor/ Pen­guin Random House). Una trilogía que se acaba, otro mundo que empieza, con unos personajes femeninos tan potentes como los de Permagel, Boulder y Mamut y con una experiencia extrema de vida resistente que conduce a la locura.

Miquel Bonet. El dia de l’escórpora (La segona perifèria). En un ayuntamiento de la costa de Tarragona tienen la gran idea de alimentar el turismo con el cabracho, montar actividades gastronómicas y sociales, y académicas, y del 1714. Pero un cabracho como el tiburón de la película de Spielberg empieza a atacar a turistas y cantamañanas.

Edgar Cantero. Radio Free Camaco (Empúries). Ríes, te indignas y te deslizas por un tobogán narrativo, El retorno de Edgar Cantero tras unas cuantas novelas en inglés ha sido una de las grandes noticias de este año. Traza un retrato de una comarca interior de Catalunya con una trama punk, hemoglobina a saco, críticas al tardocapitalismo global y a la autoridad local.

FOTO XAVIER GOMEZ 20072015 ESCRITOR EDGAR CANTERO.

Edgar Cantero 

Xavier Gómez / Archivo

Màrius Carol. El nen dels escacs / El niño del ajedrez (Columna / Destino). Carol es un escritor con lectores, cuando ­escribe columnas y cuando escribe novelas. Esta vez explora un registro personal que le permite abordar las contradicciones de la Guerra Civil y los silencios de después.

Jordi Coca. La quietud (Edicions 62). El mundo de Jordi Coca es de una coherencia excepcional. A partir del simbolismo y el existencialismo ha explicado el vacío y el desconcierto de hoy. En esta novela a partir de la vida insular personal y simbólica de un serie de personajes exquisitos con las manos manchadas de dinero sucio.

Julià de Jòdar. La casa tapiada (Comanegra). La trilogía L’atzar i les ombres ahora son cuatro novelas. Esta ultima entrega hace avanzar la acción hasta los años sesenta y setenta siguiendo el compromiso de Gabriel Caballero, alter ego del autor. Cultura, política y país, en el paso de la juventud a la madurez.

Rafa Lahuerta Yúfera. La promesa dels divendres (Drassana). Menos panorámica que Noruega, menos extensa y con una parte -la crisis personal- menos dilatada que en el otro libro. Lahuerta Yúfera reconstruye los años de formación de un chaval, mal estudiante, tímido y violento que ve pasar, sin retenerlo, el amor de su vida.

Emili Manzano. Me’n record (Anagrama). Manzano, que fue durante muchos años periodistas de este diario, tuvo un momento brillantísimo como presentador del programa de libros de BTV. ¡La gente le adoraba! Este libro conecta con Pinyols d’aubercoc publicado en 2007. Un inventario sentimental, desde la infancia mallorquina a la new wave periodística.

Maria Nicolau. Cremo! (Columna). Qué libro tan informativo y divertido sobre el boom de la cocina catalana, a partir de experiencias personales explicadas a un ritmo trepidante y mareador: de un bar extremeño a la fonda Europa.

Foto a la xef Maria Nicolau en el podcast ''Dos pajaros de un tiro''. Barcelona, miercoles, 18 de gener de 2023. Foto Joan Mateu Parra / Shooting

Maria Nicolau 

Joan Mateu Parra / Shooting

Albert Pijoan. La gran substitució (Angle editorial). Parece que no se pueda escribir una ficción-ficción, que se tenga que recurrir siempre a una base vivencial. Excepción: Pijoan. Un gran fabulador, divertido y excéntrico. Ahora con el pretexto de una operación para cambiar de cara.

Adrià Pujol Cruells. Seixanta-sis sinofosos (H&O Editors). En su género es insuperable: una reflexión sobre el mundo a partir de situaciones narrativas cotidianas. Bajo la apariencia de opiniones de unos abueletes quejicas tiene profundidad y belleza.

Carme Riera. Una ombra blanca / Una sombra blanca (Edicions 62 / Alfaguara). Riera explora una dimensión que los otros autores de novelas musicales no buscan: la América profunda de los espectáculos ambulantes, el gran mundo de la ópera, la vinculación con la Mallorca cosmopolita y las experiencias en el umbral de la muerte.

Natàlia Romaní. Les rutes del sublim (Univers). Romaní ha encontrado en el formato breve intergénero un espacio ideal para desarrollar un proyecto narrativo sobre la libertad personal y la idea de lo sublime a lo largo de la historia del arte y la filosofía. Una filosofía que, de la mano de un tabernero griego, toca de pies en un suelo barrido de tópicos.

Antoni Veciana. Dolça a la torre del fang (La segona perifèria). Entre la historia y la ficción, entre la poesía trovadoresca y la rondalla, los años catalanes de Dolça de Provença. casada con el conde de Barcelona Ramon Berenguer III, refugiada en una casa del Clot de la Mel, que será su habitación propia.

⁄ Edgar Cantero ha creado una trama punk, con hemoglobina, críticas al capitalismo global y a la autoridad local

⁄ Qué libro tan divertido de Maria Nicolau sobre el boom de la cocina catalana, trepidante y mareador

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