Leonel Francisco Amat, conocido artísticamente como Pancho Amat, ha dedicado toda su vida a la música. Nacido en La Habana en 1950, su dominio del tres cubano —ese pequeño instrumento de cuerdas dobles que se considera el alma del son y de la música popular en Cuba— lo ha convertido en un referente internacional. A sus 74 años, lleva la tradición musical de su país a nuevas audiencias como director de Estrellas Buena Vista y Más, un proyecto que rinde homenaje y expande el legado del legendario Buena Vista Social Club.
“Son las nuevas generaciones las que mantienen viva la esencia de la música cubana”, afirma Amat a La Vanguardia. A pesar de que han pasado décadas desde el auge de Buena Vista Social Club, su legado sigue presente. A los conciertos de Estrellas Buena Vista y Más se acercan no solo quienes vivieron aquella época dorada, sino también jóvenes entusiastas que descubren y se enamoran de la riqueza del son cubano. La agrupación se presenta hoy en la sala Paral·lel 62, como parte del festival Guitar Bcn.

Estrellas Buena Vista y Más
El grupo Buena Vista Social Club, formado en los años 90', fue el referente que impulsó la música cubana hacia escenarios internacionales. Con el apoyo del productor Ry Cooder, el álbum Buena Vista Social Club (1997) ganó un Premio Grammy en 1998 en la categoría de mejor álbum de música tropical tradicional. El éxito fue tal que inspiró una gira internacional y el documental homónimo dirigido por Wim Wenders, que fue nominado al Oscar en el año 2000.
“El espectáculo captura la esencia de la obra primigenia de Buena Vista Social Club, centrándose en el momento en el que obtuvieron el Grammy, a partir de ese repertorio”, explica Amat. Reúne en escena a 16 músicos, entre ellos varios miembros originales del Buena Vista Social Club, como los vocalistas Carlos Calunga y Lázaro Villa, el percusionista Ángel Terry, el saxofonista Javier Zalba, el trompetista Roberto García, el trombonista Alberto Muñoz, el contrabajista Fernando Arévalo y la violinista Osiris Valdés.
“Las canciones emblemáticas estarán presentes”. Entre ellas, El carretero, Chan Chan, Quizás, quizás, Lágrimas negras y Veinte años. “Pero van a tener la sorpresa de escuchar otras nuevas y nuestra idea es que suenen como si lo hubieran hecho aquellos Buena Vista”. La gira Live in Havana Tour comenzó el 16 de marzo en Pamplona y continuará por ciudades como Madrid y San Sebastián antes de cruzar el Atlántico para presentarse en Costa Rica, Bogotá y Medellín en abril.
“Hay lugares donde el público aplaude sentado y pide más temas, en otros ya están bailando desde la segunda canción, pero siempre hemos quedado muy contentos con la acogida del público”. Para Amat y su orquesta, la clave está en mantener la identidad sonora de Cuba. “Nos enfocamos en los elementos que hacen única nuestra música”. La percusión, el ritmo, la manera en que el tres y el piano dialogan en cada tema. “Todo eso que define el sonido cubano y lo que queremos transmitir al público”.