Al grito de Gracias, Ozzy, miles de fans emocionados despidieron el paso del cortejo fúnebre de Ozzy Osbourne, leyenda del heavy metal, en su ciudad natal de Birmingham, Inglaterra, antes de una ceremonia de entierro en la intimidad. Al frente, el coche fúnebre negro transportaba el ataúd del líder de Black Sabbath, cubierto de flores rosas que formaban el nombre Ozzy.
La procesión se detuvo frente al Black Sabbath Bridge, donde la familia del cantante, incluida su esposa Sharon, depositó flores. Entre lágrimas, con la cabeza baja, se la vio abrazar al alcalde de la ciudad, Zafar Iqbal. Estaba rodeada de sus tres hijos Aimee, Jack y Kelly, y saludó a la multitud que coreaba el nombre del cantante.
Una estauilla de Ozzy, sobre el puente de Black Sabbath.
El puente Black Sabbath Bridge, en el que un banco está coronado con los rostros de los cuatro miembros de Black Sabbath, está cubierto desde el anuncio de la muerte de la estrella con un montón de ramos de flores, globos y mensajes dejados por numerosos admiradores. Muchos de ellos, vestidos de negro y con camisetas o chaquetas con la imagen del Príncipe de las Tinieblas, habían llegado mucho antes del inicio de la procesión.
El retrato de Ozzy Osbourne, entre flores, en Birmingham.
El cortejo recorrió Broad Street, donde estrellas con los nombres de personalidades de la ciudad –entre ellas, por supuesto, Ozzy Osbourne– salpican la acera al estilo del Paseo de la Fama de Hollywood. “Era importante estar aquí porque hizo tanto por la ciudad”, dijo a la AFP Reece Sargeant, de 16 años, acompañado de varios de sus amigos. Al ver pasar el coche fúnebre, el estudiante sintió tristeza, por supuesto, “pero también una sensación de optimismo” al ver que Ozzy por fin “volvía a casa”.
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Mhairi Larner, de 31 años, viajó desde la ciudad de Nottingham. Esta auxiliar de enfermería también quiso decir “adiós” al cantante, aunque admitió que le costó mirar la procesión. Aun así, “es muy emotivo formar parte de la comunidad metalera, que es simplemente fantástica”, añadió, declarando ser fan del cantante desde que tiene memoria.
El cortejo fúnebre que condujo el cadáver de Ozzy Osbourne hasta el lugar de su último descanso.
Conocido por sus excesos, a menudo bajo los efectos del alcohol y las drogas, Ozzy Osbourne padecía la enfermedad de Parkinson desde 2009. Muy debilitado, ofreció un último concierto el pasado 5 de julio en Birmingham, junto a sus compañeros de Black Sabbath, ante decenas de miles de fans llegados de todo el mundo. “Ozzy era más que una leyenda de la música, era un hijo de Birmingham. Era importante para la ciudad rendirle un homenaje apropiado, digno”, declaró el martes su alcalde, Zafar Iqbal.
Una joven vecina de Birmingham homenajea a Ozzy horas antes del funeral.
Tras este último homenaje en esta ciudad del centro de Inglaterra, Ozzy Osbourne será enterrado en la intimidad. Black Sabbath, formado en 1968, vendió más de 75 millones de álbumes en el mundo y conoció un enorme éxito en las décadas de 1970 y 1980. Convertido en estrella de la telerrealidad con su programa The Osbournes en los años 2000, uno de los mayores éxitos de MTV, Ozzy dejó huella en la memoria colectiva tras morder la cabeza de un murciélago vivo en pleno concierto