Después de Los niños de Morelia y de Winnipeg, el vaixell de Neruda, La Jarra Azul cierra la trilogía sobre los transatlánticos que llevaron al exilio a los republicanos españoles, entre los que había muchos intelectuales, con Massilia, de Albert Boronat y Maria Donoso, con dirección de Nelson Valente.
“Dos países, Argentina y España. Dos diarios argentinos, La Nación y el Crítica. Dos ideologías. Dos Españas y un caballo, Romántico. El azar de su victoria en una carrera el mismo día de la llegada del Massilia a Buenos Aires cambiaría para siempre el destino de aquellos exiliados”, refiere la compañía.
El espectáculo pretende ser un homenaje a los exiliados por las guerras
El éxodo del Massilia entronca directamente con el presente de Europa, remarcando una serie de cuestiones, vigentes entonces y ahora, sobre las personas a la deriva en el mar y sobre su rescate y su acogida. En el caso de Massilia, se ha querido resaltar el papel de la prensa, “un oficio que cada vez más está en manos de grupos de poder”.
“ Massilia es un homenaje a toda la gente que ha tenido que marchar de su casa a consecuencia de las malditas guerras. Llevar estos relatos a escena es romper la pasividad que hay ante la repetición de la historia. Es importante recordar para intentar cambiar las cosas”, manifiesta Lluís Marquès, uno de los intérpretes del espectáculo junto con Laura María González, Júlia Molins y Martí Salvat, que se estrena en el teatro Akadèmia.
