En 1982, la historia del actor que no encontraba trabajo y que, desesperado, se presentaba a un casting caracterizado de mujer, fue un taquillazo. La película de Sydney Pollack, que protagonizaban Dustin Hoffman y Jessica Lange, llega ahora en versión de sitcom musical al teatro Apolo, que acoge el estreno en España. El reparto lo encabezan dos artistas de renombre en el mundo de los musicales, como son Ivan Labanda y Diana Roig, a los que acompañan once músicos en escena.
El director del espectáculo, Bernabé Rico, declara que hacía mucho tiempo que deseaba hacer una adaptación teatral de la mítica película, pero que no le daban los derechos. “Al cabo de los años descubrí que la razón era que los habían cedido para hacer un musical. Y entonces decidí que quería dirigir este musical en castellano, y esta misma semana empezamos las funciones”, declara entusiasmado.
“La historia se ha actualizado, pues no es lo mismo hacerse pasar por mujer ahora que en 1982”, dice el director
“La obra se anuncia como una sitcom musical porque tiene todos los ingredientes para serlo –continúa–. Es como ver un capítulo de Friends de más de dos horas: hay un gag cada medio minuto, hay un apartamento como en todas las sitcoms ...”
Rico aclara que el argumento es prácticamente como el de la película, pero aquí Tootsie no se presenta a un casting para una serie, sino para un musical de Broadway. “Además, se ha hecho una gran adaptación al presente, actualizando la historia, porque no es lo mismo hacerse pasar por mujer ahora que en 1982,” manifiesta.
Ivan Labanda y Diana Roig
El actor y cantante Ivan Labanda explica cómo es eso de interpretar un papel tan popular: “Es una película que está en el imaginario popular, y que fue un referente en su momento, como también me ha pasado con otros espectáculos, como Cantando bajo la lluvia, por ejemplo. Está muy bien tener el referente, pero solo el hecho teatral ya te da cierta distancia del material original. Que Tootsie se presente para hacer un musical, nos da pie a jugar con el metalenguaje teatral y con todo el hecho teatral. Yo no soy ni Gene Kelly ni Dustin Hoffman, las dos películas me merecen un respeto y una admiración profundísimas. Pero el alma que ponemos en las cosas, en los proyectos, es la misma”.
Labanda admira el texto: “El material es maravilloso, es una comedia muy bien escrita. Incluso paradigmática. Y realmente es una sitcom musical, porque hay un ritmo de gags, un ritmo de diálogos, no sobra ni una coma, todo está muy mesurado. Cuando una cosa está bien escrita aguanta el paso del tiempo y de cualquier actor que la pueda hacer”.
Sobre el paso del tiempo y el hecho de que un hombre se haga pasar por mujer, el actor considera: “La película ya defendía el papel de la mujer en su momento, y lo reivindicaba. El mensaje es el mismo, pero, a ojos de hoy en día, lo que se ha hecho es potenciar este mensaje porque es necesario hacerlo y porque vivimos tan sobrepasados de información y de fake news, con la extrema derecha subiendo, que es un gran momento para reivindicar y reforzar este mensaje”.
“También sabemos que es muy peligroso que de sopetón se pueda hacer la lectura de, oh, un hombre haciendo de mujer. Y en la obra se habla de eso. Y se acusa”, considera. “Es un tipo desesperado porque no tiene trabajo y, al final, lo que es bonito del personaje es que, trabajando como mujer, acaba revelando el sentido de su vida y se acaba dando cuenta de muchísimas cosas que les pasan a las mujeres en su día a día. El viaje que hace el personaje es aflorar y valorar esa parte femenina que también tiene”, concluye el protagonista.

