El deseo de los bilbaínos era que su Athletic estuviera en la final de hoy de la Europa League en San Mamés, pero a la postre Bilbao, lejos de vivir una marea athleticzale, ha recibido una invasión inglesa. Los aficionados del Manchester United y el Tottenham, finalistas del torneo europeo, no solo han llenado estos días las calles y hoteles de la ciudad, sino que también han llegado a pernoctar en poblaciones cercanas e incluso más lejanas como Santander, donde se han registrado 3.000 hinchas.
165 vuelos chárter han sido programados entre los aeropuertos de Bilbao, Vitoria, San Sebastián y Santander para gestionar a unos 55.000 seguidores británicos. Una cifra por encima de los 49.600 asientos del aforo de San Mamés y muy por encima de las 30.000 entradas repartidas en total para los dos equipos. En previsión de esta avalancha, la organización ha dispuesto dos fan zones con pantallas gigantes para seguir la final de forma gratuita. Además, miles de agentes de la ertzaintza y el grueso de la plantilla de la policía municipal velarán por la seguridad con un amplio dispositivo.
La ciudad bilbaína, protegida con un amplio dispositivo de seguridad, ha recibido a unos 55.000 ingleses
En el plano deportivo, el United y el Tottenham se juegan el todo o nada en una campaña hasta ahora sin títulos y decepcionante. El equipo de Amorim es 16.º en la Premier, justo por delante de los de Postecoglou. Los londinenses han perdido 21 de 37 partidos en la Liga y los mancunianos solo han sumado nueve puntos desde diciembre. Para los spurs sería el primer título desde el 2008 y el tercero en la segunda competición continental, mientras que los red devils buscarán su segundo entorchado de la Europa League tras el del 2017.
El Alcalde de bilbao, Juan Mari Aburto (i), y el exjugador del Athletic Aritz Aduriz (d), embajador de la UEFA para esta edición, con el trofeo de la Europa League.
El premio por ganar es doble, ya que el campeón accede a la Champions. Además de deportiva, el club de Manchester, verdugo del Athletic en semifinales, atraviesa una grave crisis económica que ha comportado una oleada de despidos . La entrada en el máximo torneo supondría una bocanada de aire fresco en las arcas.
“Siempre gano títulos en mi segundo año”, dijo por su parte, hace meses, Postecoglou, técnico de un Tottenham con la vitola histórica de perdedor. Los spurs cayeron en su última final europea del 2019, también ante un equipo inglés como el Liverpool pero en la Champions. Igual de amarga fue la final de la Europa League del 2021 para el United, derrotado en los penaltis por el Villarreal. Uno de los dos se resarcirá en Bilbao.