Ricky Rubio fue el invitado invitado en Lo de Évole para repasar su vida y su trayectoria deportiva. Él mejor que nadie sabe lo que es lidiar con la presión desde bien joven y que el mundo entero de un deporte vierta sus esperanzas en ti.
Los focos ya apuntaban a Ricky Rubio siendo un adolescente. Con 14 años, 11 meses y 24 días se convirtió en el jugador más joven en debutar en la Liga ACB y tras él, llegaron otros récords precoces que fue rompiendo hasta convertirse en una estrella.
Durante la conversación con Jordi Évole, fue difícil esconder el nombre de Lamine Yamal. Ambos se convirtieron en estrellas muy jóvenes, representaron al combinado nacional y estaban destinados a ser los mejores del mundo. Además, con una responsabilidad poco acorde a su edad: la social.
“Creo que se le está dando una responsabilidad a un niño que igual aún no está preparado. Parece que por jugar bien al fútbol, en este caso, tengas que saber manejarlo todo”, defiende Ricky Rubio al joven futbolista.
”¿Le tenemos que exigir esa responsabilidad solo porque juega bien al fútbol?”
“En casa no hablamos de deporte en general, pero de fútbol nada y mi hijo se apuntó a fútbol en el colegio porque los compañeros también empezaron y con cinco años le compramos unas zapatillas de fútbol y me dice: ¿son las de Lamine Yamal? Eso demuestra que en el colegio se habla”, cuenta.
“Tiene influencia en los jóvenes y se van a fijar en alguien donde tiene una responsabilidad muy grande. ¿Le están formando y preparando suficiente para saber eso? ¿Él es consciente también de aceptar esa responsabilidad o como sociedad le tenemos que exigir esa responsabilidad solo porque juega bien al fútbol?”, pregunta el exjugador del Barcelona.