El 14 de abril del 2022 el Barça jugó en el Camp Nou, pero prácticamente actuó como visitante en uno de los días más tristes para el aficionado blaugrana. El estadio, al que acudieron 79.468 personas, fue usurpado por 30.000 seguidores alemanes, que debido al descontrol con las entradas tiñeron las gradas de blanco (para más inri) y llevaron en volandas al Eintracht a la semifinal de la Europa League. Aquel equipo de Xavi Hernández fue apeado en un ambiente enrarecido de vergüenza deportiva y social. Ahora en la Champions, los de Frankfurt vuelven hoy a un templo barcelonista en obras, con un aforo de poco más de 45.000 asientos, y con la entidad catalana preparada y parapetada para evitar otra marea germana que sonroje al barcelonismo.
“El club no es culpable porque no vendió entradas a alemanes, excepto las obligatorias”, dijo Laporta días después de aquel partido de ingrato recuerdo. De las 29.435 entradas vendidas, con 3,6 millones de recaudación, el presidente aseguró que el Barça solo cedió a los teutones el porcentaje que marca la UEFA, unas 5.000 entradas, y señaló a 14.000 culés. La investigación interna concluyó que 7.000 abonados revendieron su asiento y otros 7.000 socios compraron tickets que acabaron en manos alemanas. El club, que sí reconoció la venta por error de 238 billetes a hinchas del Eintracht, defendió que frenó 27.201 intentos de compra de entradas con direcciones IP y tarjetas de Alemania. El incidente también provocó la cancelación del contrato del turoperador oficial del club P1travel por “mala praxis”.
El Barça solo vende entradas a los socios y refuerza los accesos para evitar el ingreso de seguidores alemanes
Más de tres años después, en el club reconocen que esa imagen del Camp Nou hizo daño a la junta. Y es que más allá de la masiva presencia germana, más ruidosa que la culé, el dantesco escenario causó incomodidad, e incluso inseguridad, entre la parroquia blaugrana. “Veía a padres saliendo con sus hijos asustados de la grada. Fumaban, bebían, no respetaban nada”, dijo a Guyana Guardian un hincha del Barça presente en el encuentro. Laporta, en este caso, sí pidió disculpas al socio.
Ese Barça-Eintracht, el segundo partido en la historia entre ambos equipos y el primero en Barcelona, provocó que el club solo venda desde entonces entradas nominales para los duelos europeos. Ante la nueva visita teutona, con miedo en la junta a otra invasión, el Barça ha tomado medidas excepcionales y contundentes, como vender entradas solo a los socios. También se reforzarán los controles en los tornos y tanto la Guardia Urbana como los Mossos d’Esquadra vigilarán a seguidores del Eintracht que busquen un ticket en la reventa. Además, los socios que querían transferir su entrada han tenido que rellenar un formulario previo con los datos de la persona que acudirá al campo. Sin ese requisito, se les negará el acceso. Pese a todas las acciones, el Barça cree que en última instancia queda en manos de la voluntad de los socios hacer negocio, aunque ilegal, con sus entradas.
Los aficionados del Eintracht, el 14 de abril del 2022 en el Camp Nou.
El equipo de Frankfurt no está acostumbrado a jugar en Europa y por ello su afición viaja de forma masiva cuando se presenta, de tanto en tanto, la ocasión. Hasta diez representantes de las águilas, una cifra inusual, estarán en la comida de directivas. Esta vez, en teoría, solo 2.000 hinchas, el 5% que obliga la UEFA, podrá ir a la grada visitante. Cualquier entrada en poder de un seguidor del Eintracht en la zona local será registrada para identificar al socio, que se verá expuesto a una Comisión de Disciplina.
“Decepcionante. Parecía una final con el campo dividido. Un error de cálculo clarísimo”, dijo Xavi tras perder ante el Eintracht (2-3). Ese conjunto barcelonista, que ganó la Liga y la Supercopa el siguiente año con refuerzos, vivía una situación incluso más precaria que la actual. Aquel curso empezó con Koeman, destituido para dar paso al de Terrassa. Al proyecto de Xavi, a priori ideal, con ADN Barça, le siguió una propuesta contracultural, a la postre exitosa, con Flick. Ter Stegen, Araújo, Eric Garcia, De Jong, Pedri, Balde y Ferran Torres son los jugadores que quedan del duelo contra los de Frankfurt, que después ganaron el título. Ahora, en un contexto distinto, la segunda visita del Eintracht al Camp Nou provocará que la afición blaugrana reparta su atención, de forma insólita, entre lo que suceda en el césped y en la grada.


