Ha pasado una semana desde que Xavi Pascual (Gavà, 1972) diera el sí al Barça y cortara la cinta para que su segunda etapa en el banquillo del Barça pudiera comenzar. Han sido unos días intensos, sin precipitación, en los que ha dejado que Orellana dirigiera tres partidos antes de coger el martes definitivamente las riendas del equipo azulgrana. Este jueves, después de apenas dos entrenamientos y una sesión de tiro, por fin le llega la hora del debut, ante el Anadolu Efes en partido de Euroliga.
Lejos de esquivar la presión, de quitarse los focos de encima, Pascual asume los mandos del Barça con una gran ambición y no lo oculta. “Vengo al Barça por una sola razón: para ganar. En este club no hay temporadas de transición, no existen. Está claro que no estamos en dinámica de ganar títulos pero lo vamos a intentar y lo diremos con la boca grande y no pequeña”, espetaba en su primera comparecencia pública.
“En el Barça no hay años de transición, vengo para ganar y lo digo con la boca grande”, asegura Pascual
Si alguien podía pensar que un técnico como Pascual, con su bagaje, incluidos los 19 títulos que cosechó en su primera etapa en Barcelona, irrumpiría en el Palau como un elefante en una cacharrería no podía estar más equivocado. “No he querido cambiar a nadie del staff, siguen todos y ahora tienen la oportunidad de demostrar su valor. Y con la plantilla sucede igual, hemos de trabajar juntos y veremos si pueden dar más o menos. A partir de ahí veremos si hay movimientos, pero no quiero fichar a nadie hasta no tener clara la realidad que vea con mis propios ojos”. Afirmaba. A pesar de todo, la petición de refuerzos ya está sobre la mesa y en cuanto la situación económica del club lo permita, se abordará.
El Barça acumula ya más de dos temporadas sin títulos, sumido en una mala dinámica de resultados que ha propiciado continuos cambios en el banquillo tras el adiós de Jasikevicius. Primero Grimau, luego Peñarroya y ahora Xavi Pascual. Nada de esto asusta al de Gavà. “Si creyera que no podemos hacer nada esta temporada no hubiera fichado ahora, estoy aquí porque podemos hacer cosas este año, no para construir algo para el que viene. Así se lo he transmitido también a los jugadores”, desvelaba.
“Necesitamos dos meses para alcanzar el potencial que creo que tiene este equipo”, agrega el técnico
A pesar de que de puertas afuera no ha querido tener un tono demasiado disruptivo, a nadie se le escapa que los métodos de Pascual poco o nada tienen que ver con los que se venían utilizando en el Palau en los últimos tiempos. Así que el técnico va a tener que ir introduciendo poco a poco los ajustes necesarios para que el Barça vaya mutando. “Necesitamos mínimo dos meses para estar a un nivel mínimamente parecido al potencial que creo tiene este equipo”, se atrevía a aventurar.
Pascual, que puso en valor el papel de Laporta a la hora de convencerle para aceptar la oferta azulgrana, tiene muy claro por dónde empieza el cambio y, curiosamente, no pasa por la pista. “El Barça ha de ser un ejemplo en todo, en respeto, en educación, en imagen, en su reacción ante la victoria y ante la derrota. Hay que conseguir que el Barça sea esto, que es muy importante para mí, y luego ya hablaremos de baloncesto”, confirmaba. Queda claro que la ambición de Xavi Pascual sigue intacta.
