La decisión de sustituir los neumáticos resultó pésima para el inglés y el madrileño al decretarse acto seguido bandera roja para poder limpiar la pista de la grava. Significaba que Russell y Sainz habían sacrificado para nada el liderato y el 4.º puesto, respectivamente, porque con la neutralización todos los coches paraban, cambiaban de gomas y volvía a salir desde la parilla.
Otro percance visitó la carrera en la vuelta 18. Russell se borraba al romper su Mercedes cuando era cuarto, persiguiendo a Alonso. Una amenaza menos para el asturiano, que pasaba a tener detrás a Gasly y a su amigo Sainz, quinto.
El madrileño de Ferrari se quitó del medio al Alpine en la curva 3 de la vuelta 25 para empezar a acercarse a Alonso, al que tenía a 2 segundos. Se dio cuenta de ello el asturiano, que tuvo que apretar el ritmo.
Se libró Alonso del fiasco del trompo porque los comisarios de carrera decretaron la cuarta salida con el mismo orden anterior al accidente: Verstappen, Hamilton, Alonso, Sainz, Stroll, Checo Pérez... Pero esta vez, con salida relanzada detrás del coche de seguridad, sin posibilidad de adelantar.
Por lo tanto, sin más sorpresas, sin más accidentes, sin más neutralizaciones, después de 2 horas y media de carrera, la última vuelta fue un paseo para saludar, y Verstappen firmó su segunda victoria del curso -primer triunfo en Australia- para ser más líder; Hamilton se subió a su primer podio del año; y Alonso se abona al tercer puesto, tercero seguido con Aston Martin, que lo mantiene tercero en el Mundial detrás de Checo Pérez, .
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