Once futbolistas y prácticamente 30.000 espectadores. A eso se enfrenta esta noche España en el Wankdorf de Berna. Eso es lo que le separa de la semifinal de la Eurocopa después de 28 años. La selección española, que ha encandilado desde el inicio del torneo, busca el pase y para ello debe desilusionar a todo un país. Suiza, la anfitriona, ya ha hecho historia metiéndose entre las ocho mejores. En cambio, España lo quiere todo y va lanzada a por la triple corona. “Lo espero todo de este equipo”, se muestra confiada Aitana Bonmatí. “Quedan tres partidos y queremos ganar los tres. Es una responsabilidad positiva. Ahora se ven los grandes equipos y espero que ahí se vea a España. Ya tenemos experiencia”, asegura la doble Balón de Oro.
El reto se asemeja en parte al de hace tres años en Brighton. Entonces España no pudo alcanzar las semifinales apeada por Inglaterra, que también jugaba en casa y tenía de su lado el aliento de su afición. Eso sí, las inglesas eran unas de las favoritas mientras que las helvéticas juegan el papel de víctimas. Nada igual que ahora, cuando todas los ojos están sobre la roja después de sus dos exhibiciones y la remontada a Italia.
Para llegar a semifinales
La roja se enfrenta a once jugadoras y a prácticamente 30.000 espectadores que llenarán las gradas del Wankdorf
“Ver el estadio lleno es un triunfo de la evolución de nuestro deporte”, remarca Montse Tomé. “Van a animar a Suiza y tenemos que evadirnos de ese ruido. Te obliga a concentrarte en el plan y a disfrutar para acabar pensando: ‘Con tanta gente he conseguido ser yo’”, receta la seleccionadora.
Es un duelo desigual entre la ambición de las de Tomé y el sueño local. España, más goleadora y dominante, intentará no dar opción a la sorpresa con otra actuación de impacto. Además, ha tenido una semana para descansar y preparar bien el duelo y podrá contar con Esther, la pichichi con cuatro dianas, superadas sus molestias de en el aductor, y todo apunta a que reaparecerá Cata Coll en la portería después de los tres partidos de Nanclares. “Sé que hay mucha expectación, pero vais a tener que esperar a la alineación. La jugadora tampoco lo sabe”, asegura Tomé.
¿El España-Suiza del Mundial? Es un momento muy bonito que recuerdo si miro al pasado. Nos repusimos muy bien de la derrota contra Japón”
Sin hablar de que Suiza trae buenos recuerdos a la selección. La noche del 5 de agosto del 2023 en Eden Park, Auckland, Suiza fue un parteaguas para la selección. Eran los octavos de final del Mundial y se empezó a plasmar el gran cambio futbolístico que se venía fraguando en silencio. Jorge Vilda se plegó a la realidad y tuvo que realizar cambios con los que no contaba al inicio del torneo.
Tras el rapapolvo de Japón, al técnico, que había empezado manteniendo un equilibrio entre jugadoras del Barcelona y del Real Madrid, no le quedó más remedio que ceder ante el empuje de las jóvenes blaugrana al que se resistía. Fue el primer partido en que Cata Coll sustituyó a Misa Rodríguez bajo palos, en el eje de la defensa Laia Codina (ahora en el Arsenal y lesionada) cerró las puertas a Ivana y Rocío y en la delantera Salma Paralluelo sentó a Athenea.
El 5 de agosto en Auckland
Cata Coll sustituyó a Misa bajo palos, en el eje de la defensa Laia Codina cerró las puertas a Ivana y en la delantera Paralluelo sentó a Athenea
El resultado fue 1-5 para España, que después eliminaría a Países Bajos y Suecia para derrotar en la final a Inglaterra. “Fue un momento muy bonito que recuerdo si miro al pasado. Nos repusimos muy bien”, rememora Aitana. Ya no hubo vuelta atrás y nada sería igual. El éxito consolidó los cambios y la selección femenina entraba en su etapa dorada tras el trampolín de Suiza.
Dos años después, el mismo rival en la primera eliminatoria tras la fase del grupo, y España pretende que Suiza vuelva a ser una puerta a pelear por el título.