No hay conflicto de intereses. Esa es la conclusión clara a la que ha llegado el Departamento de Cumplimiento Normativo de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) este jueves, después de que el pasado martes iniciara una investigación sobre la presunta incompatibilidad en la que podría haber incurrido el árbitro José Luis Munuera Montero por sus actividades empresariales.
Después del partido entre el Osasuna y el Real Madrid, en el que el colegiado andaluz expulsó a Jude Bellingham, corrieron ríos de tinta contra el árbitro y algunos medios de comunicación apuntaron a su empresa Talents Sports Speakers, dedicada a dar charlas deportivas. Después de recopilar información al respecto y estudiarla, la Federación sostiene que “desde una perspectiva legal y normativa interna, no concurre un conflicto de intereses ni real ni potencial derivado de la vinculación empresarial” de Munuera Montero con el ente federativo. De este modo, no afecta a su desempeño como colegiado.
Por ello, la RFEF “no aprecia motivo alguno que justifique la adopción de medidas” en contra del colegiado andaluz. Por ello, el informe elaborado por el Departamento de Cumplimiento Normativo recomienda al Comité Técnico de Árbitros que levante cualquier medida cautelar impuesta contra Munuera Montero y remite el documento a la UEFA para que también evite estas sanciones contra el árbitro.
En un comunicado, el órgano federativo expone que han accedido a toda la información depositada en el Registro Mercantil sobre dicha empresa y subraya que ha contado con la total colaboración de José Luis Munuera Montero, que “ha aportado la documentación requerida”, como de personas de su entorno que “aparecían como afectadas por el presunto conflicto de intereses”.