Míchel no quiere mirar la clasificación ni lo que acontece en la Liga más allá de Montilivi. El entrenador del Girona tiene en mente una única cifra: 42 puntos que en principio garantizan la salvación. El de Vallecas está convencido que sus pupilos únicamente deben mirar en su interior, armados con actitud y su mejor fútbol, para alcanzar un reto que debe empezar el lunes en casa ganando al Mallorca.
“El partido en Leganés fue un golpe duro pero ya está superado. Debemos estar juntos y daremos nuestra mejor versión seguro. No miro al rival, ahora mismo lo más importante somos nosotros mismos. Necesitamos la confianza de saber que vamos a hacer nuestro mejor partido, de dar un paso adelante”, explicó en la previa del duelo ante los bermellos el técnico, que tiene las bajas de Misehouy y Van de Beek, con molestias en el tendón de Aquiles, pero recupera a Abel Ruiz.
Hemos de pensar poco y generar muchas acciones”
A falta de 5 jornadas para el final, a Míchel ya no le importan los 11 partidos ligueros seguidos sin ganar. Solo vale “el presente”. El madrileño quiso poner en solfa “lo que ha hecho bien el equipo durante casi cuatro años” para demostrar que solo basta con “mirar hacia dentro de cada jugador para sacar la mejor versión”.
“Deben dar lo mejor de uno mismo para ayudar al equipo. Cada jugada es importante, pero si lo ha hecho mal hay que pensar en la siguiente jugada. Por eso no hay que mirar a los otros, debemos mirarnos nosotros (...) Hemos de pensar poco y generar muchas acciones”, incidió en la manera de afrontar un “partido complicado, como todos los que quedan a nivel anímico y futbolístico”.
El artífice del gran Girona de la pasada temporada ensalzó la importancia en estos momentos de jugadores que han pasado por esta delicada situación, como Stuani, Portu o Juanpe, pero también aseguró que han “trabajado” para que “en esta situación difícil, con mucha presión, todos los jugadores estén preparados”.
“Si algún jugador no está preparado que lo diga y lo dejamos fuera del equipo. No necesitamos que miren el ego, porque es malo, te pone en el pasado y en el futuro y necesito jugadores en el presente”, advirtió, además de asegurar que más allá del factor emocional también es crucial el rendimiento: “No podemos desviar la atención en el tema anímico, en Leganés nos empatan por fútbol. No podemos separar las dos cosas”.
Necesito que la afición no mire el dorsal del jugador, sino la camiseta del Girona, la nuestra”
Míchel abogó por tener mucha “energía” todo el partido, en especial al inicio del partido, para desarbolar a un Mallorca de Arrasate “con una presión al hombre” y “con una línea de cinco defensas con centrales dominantes”. “Sé como superar al rival. Tenemos la idea y estoy seguro de que ganaremos”, aseguró.
El otro factor de la ecuación para reencontrarse con la victoria, ahora ya vitales los tres puntos, es el apoyo de la grada de Montilivi, que será escenario de tres de los cinco partidos que restan. “Necesito que la afición no mire el dorsal del jugador, sino la camiseta del Girona, la nuestra”, concluyó Míchel, siempre optimista.