Portugal remonta a Alemania con un gol de Cristiano y se mete en la final de la Nations

Alemania, 1 - Portugal, 2

Los lusos desnudaron todas las carencias de la tetracampeona del mundo

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El gol de Cristiano a Ter Stegem

Annegret Hilse / Reuters

Marcar es como montar en bicicleta. Vamos, que nunca se olvida. Al menos, no para el más incombustible de los incombustibles, para el futbolista más obsesionado con el gol de la historia del fútbol. Tiene 40 años, está, como aquella galaxia, muy, muy lejos de su mejor forma, pero empujar el balón a la red y decidir partidos se le sigue dando de fábula. Se llama Cristiano Ronaldo, lleva 137 goles con Portugal y es el primer gran protagonista de la final four de la Nations League. Y es que los lusos apearon a Alemania en su casa y se colaron en la final tras remontar un marcador adverso gracias al tanto del astro de Funchal.

El encuentro tuvo que empezar con diez minutos de retraso después de que una espectacular cortina de agua y granizo dejara el césped casi blanco y obligara a los dos equipos a refugiarse en los vestuarios en pleno calentamiento. Un mal presagio para esta primera semifinal, que tuvo mucho más nombre que fútbol, sobre todo en su primera mitad.

La mise en scène de Portugal fue mucho mejor, con o sin balón, siempre con las ideas claras los hombres de Roberto Martínez. Tácticamente bien posicionados, sus intenciones con balón no eran disimuladas. Ponerlo en el área de Ter Stegen, al que no se le acaba de ver tan seguro como antaño, lo antes posible. Una tarea en la que comenzó despuntando Pedro Neto, listo al aprovechar que el radar de Kimmich siempre mira hacia adelante, buscando su espalda provocando los primeros sustos al portero del Barça. El primero, de Cristiano Ronaldo y el segundo, con la propia firma del futbolista del Chelsea.

Tras una primera parte sosa, Wirtz adelantó a Alemania pero Conceiçao y Cristiano voltearon el marcador

Le costaba Dios y ayuda a Alemania cruzar el centro del campo y atisbar a Diogo Costa, muy lejos de los tiempos gloriosos de una selección que durante años sólo conoció la victoria. Fue Woltemade, la gran sorpresa en el once alemán, el que cazó un balón suelto para confirmar que Diogo Costa es un portero extraordinario. El bigardo (1,98m) del Stuttgart debutaba con la absoluta, aunque se le intuiría más cómodo en el tosco fútbol de los ochenta, por ejemplo, que esta mannschaft de laboratorio que sigue diseñando Nagelsmann, al que le faltan demasiados mimbres para alcanzar una fórmula mágica.

Para algarabía del Allianz, ya superada la tormenta, con todos sus espectadores de nuevo en sus asientos, tuvo un pequeño tramo de lucidez la tetracampeona del mundo. Y una buena combinación entre los inacabables Sané y Goretzka volvió a aflorar las virtudes de Diogo Costa. Pero no tardó el duelo en bajar las revoluciones y vivir muchos minutos en los que se rozó el tedio, poco ambiciosos uno y otro, o quizás, incapaces. Pero no había nada que llevarse a la boca y lo mejor para curar la hambruna futbolística fue que Vincic no se demorara demasiado a la hora de señalar el camino a los vestuarios.

Pocas veces le ha sentado mejo un entreacto a la función como este miércoles. Nada más comenzar el segundo acto, Cristiano no alcanzaba a rematar un balón que olía a gol. Ya se intuía que las cosas habían cambiado. Y la tormenta, esta vez de goles, se desató. Wirtz, de cabeza, inauguró la cuenta tras un regalo de Kimmich y gracias a un polémico bloqueo de Woltemade –en estas labores sí se le vio cómodo– muy protestado por los lusos.

Al combinado de Nagelsmann le queda un trecho gigante si pretende reverdecer viejos laureles

No tardó Roberto Martínez en ordenar un triple cambio, pero optó por dejar a su estrella en el verde. Mejor que nadie sabía lo que podía pasar. Aunque la entrada del diablo Conceiçao fue la que realmente lo cambió todo. Prácticamente en su primera aparición, agarró el balón junto a su entrenador, enfiló el área y soltó un zurdazo a la escuadra para igualar las fuerzas. Un golazo en toda regla y un mazazo demasiado duro para una Alemania muy endeble, que no tardaría en caer a la lona. Cristiano se encargó de ello, descorchando el champán comprado por Nuno Mendes. Si la cosa no fue a mayores fue porque Ter Stegen se lució en ese tramo final, con su equipo completamente roto. Portugal había dado la sorpresa y ya espera rival en la final.

Ficha técnica

1 – Alemania: Ter Stegen; Tah, Koch, Anton (Nmecha, m. 72); Kimmich, Goretzka, Pavlovic (Adeyemi, m. 72), Mittelstadt (Gosens, m. 60); Sané (Gnabry, m. 60), Woltemade (Fullkrug, m. 60), Wirtz.

2 – Portugal: Diogo Costa; Joao Neves (Semedo, m. 58), Ruben Dias, Inacio, Nuno Mendes; Bernardo Silva, Rubén Neves (Vitinha, m. 58); Trincao (Francisco Conceiçao, m. 58), Bruno Fernandes, Pedro Neto (Diogo Jota, m. 83); Cristiano Ronaldo (Palhinha, m. 90).

Goles: 1-0, m. 48: Wirtz. 1-1, m. 63: Francisco Conceiçao. 1-2, m. 68: Cristiano Ronaldo.

Árbitro: Slavko Vincic (Eslovenia). Amonestó con tarjeta amarilla al alemán Tah (m. 80) y al portugués Rubén Neves (m. 52), además de su seleccionador, Roberto Martínez.

Incidencias: partido correspondiente a las semifinales de la Liga de Naciones, disputado en el Allianz Arena de Múnich ante unos 66.000 espectadores.

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