Desde que el verano de 2007 iniciara su andadura en los banquillos poniéndose al frente del entonces llamado Barça B, no ha habido un curso tras el que Pep Guardiola (Santpedor, 1971) haya necesitado más coger vacaciones y resetear su cabeza. Su Manchester City decía adiós por la puerta de más atrás del Mundial de Clubs, cayendo en octavos de final ante el Al-Hilal saudí en la prórroga, y bajaba el telón así a una temporada de lo más aciaga.
El último partido del curso no fue más que el fiel reflejo de un año para olvidar. Un nuevo desastre defensivo, encajando cuatro goles ante un rival inferior, con la puntilla del decisivo tanto de Marcos Leonardo en el minuto 112. “Ha llegado la hora de descansar, de irse a casa para desconectar la mente y pensar ya en la próxima temporada”, se resignada Guardiola tras la eliminación.
“Es la hora de irse a casa, refrescar nuestras mentes y pensar en el próximo curso”, apuntó Pep
La del Mundial ha sido la enésima decepción del curso para un City que ha bajado alarmantemente sus prestaciones en los últimos meses. Aunque comenzó ganando en verano la Community Shield en los penaltis al Manchester United, ha ido acumulando decepciones una tras otra. En la Premier League ha estado flirteando peligrosamente con quedarse fuera de la próxima Champions. En la FA Cup alcanzó la final, cayendo contra pronóstico ante el Crystal Palace. En la Champions, tuvo que jugar el nuevo playoff de acceso a octavos, siendo eliminado por un Madrid que no necesitó ni de su habitual suerte. Y, en la Copa de la Liga, apenas superó una ronda. Vista la dinámica que iba cogiendo la temporada, el City ha intentado ofrecer a Guardiola, al que renovó dos temporadas más, todos los recursos posibles para enderezar el rumbo, sacando la chequera como si no hubiera un mañana. Jugadores como Marmoush (75 millones de euros), Nico González (60) o Khusanov (40) llegaron a precio de oro en el mercado de invierno, sin que esa inversión se viera reflejada en una mejora de resultados. Para el Mundial, se han añadido a la lista nombres como Reijnders (55), Cherki (37) y Aït-Nouri (37) –quizás el más esperanzador de todos–. El resultado ha sido el mismo, caer ante el sorprendente Al-Hilal encajando cuatro goles en unos octavos de final de un Mundial. Más que nunca antes, Guardiola necesita unas vacaciones.