Ese enérgico planteamiento inicial también les sirvió para inquietar la portería escandinava, primero con un disparo lejano de Dräger que desvió el azulgrana Christensen, después con un remate de un pletórico Laïdouni y al filo del descanso dispusieron de la ocasión más clara en las botas de Jebali. El delantero picó el balón en el mano a mano con Schmeichel, pero el portero desvió a córner el esférico de manera providencial.
Tras la reanudación, los de Hjulmand amansaron mediante la posesión a las fieras tunecinas, que fiaron su suerte al contragolpe. Dolberg tuvo la primera oportunidad en un cabezazo fallido y Dahmen hizo la primera parada de mérito ante un chut de Eriksen, de vuelta a un gran torneo tras el susto en la Eurocopa Justo en el córner posterior, Cornelius, a menos de un metro de la portería, cabeceó incomprensiblemente el balón al palo cuando ya se cantaba el gol. Los daneses siguieron percutiendo, pero fue un quiero y no puedo ante una orgullosa Túnez que mereció, como mínimo, el empate.
Mostrar comentarios