No le faltó tabajo a Szczesny, seguramente el mejor polaco del Mundial, que abortaba los disparos lejanos de Tchouaméni y Dembélé en esos primeros minutos. Inteligente, Polonia dejó pasar el chaparrón y fue dando pasos adelante poco a poco. Un disparo desviado de Lewandowski con la izquierda era el primer aviso para los bleus. Había rival.

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Luis Buxeres
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El duelo se había igualado y la superioridad técnica de los franceses no le alcanzaba para minimizar a los polacos. Griezmann se ofrecía sin parar de moverse pero era Mbappé el único capaz de inquietar a Szczesny con sus regates y su potencia. Qué jugador. Lograron los de Deschamps irse al descanso con ventaja en el marcador, no sin antes llevarse un susto morrocotudo. Zielinski cazó un balón suelto en las inmediaciones del punto de penalti y lo empaló con toda su alma. Le faltó más cabeza porque le salió un tiro muy centrado, que Lloris acertó a despejar con la rodilla de manera casi heroica. Bonito regalo para el portero francés, que ayer sumó su partido 142 con Francia, igualando la marca de Lilian Thuram. El que no falló después fue Giroud, que batió con un disparo cruzado a Szczesny tras recibir un gran pase entre líneas de... Mbappé. Un gol también histórico para el espigado delantero galo, que sumaba su tanto 52 como bleu, uno más que otra leyenda como Thierry Henry.

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