La exhibición de Brasil rumbo a cuartos exige palomitas

La samba brasileña invadió este lunes por fin el desierto qatarí. Nadie sabe divertirse mejor que la canarinha, pura felicidad, pura alegría sobre el verde. Entre containers, al amparo del estadio 974 en su último partido antes de ser desmontado –qué despedida del Mundial la suya–, irrumpió la mejor versión de la pentacampeona del mundo. Se le podrán reprochar los bailes a sus jugadores, las innecesarias piñas después de cada gol, pero al final del discurso resulta imposible no rendirse ante la magnitud de Brasil, capaz de arrollar a la siempre competitiva República de Corea con cuatro goles en los primeros 36 minutos de juego para sellar su pasaporte a cuartos de final, donde ya le esperaba Croacia. Tras una primera fase de grupos rentable pero poco vistosa, colocada ya la derrota ante Camerún en el último cajón de la cómoda, de donde ya nadie la sacará, emergió una imponente Brasil en el momento adecuado, cuando el error ya no está permitido, y cimentó su favoritismo en este Mundial. Firmó una goleada con la figura de Pelé en la mente de todos, como intentando dar un último empujón a O’Rei para que vuelva a levantarse. Lo más peligroso de la canarinha es que no necesita grandes demostraciones de juego para imponer su ley. Al revés, agarra un mazo con la mano y cuando ve la oportunidad le arrea un buen mamporro a quien ose ponerse por delante con una facilidad pasmosa. Es un gigante sin control. Ya con Neymar de regreso al once, algo lastrado por sus problemas de tobillo pero tan genial como siempre, tumbó Brasil a Corea con una facilidad terrorífica, poniendo de manifiesto todo su arsenal, que había quedado un tanto disimulado hasta ahora. Es un conjunto formidable el de Tite, contagiado incluso un hombre de semblante tan serio como él ante la catarata de goles, saltando junto a sus jugadores tras el tercer gol. No tardó demasiado el duelo en teñirse de amarillo, suave aperitivo de lo que vendría luego. Tras una gran maniobra individual, Raphinha puso la pelota al segundo palo donde apareció Vinícius. El madridista demostró que cada vez es un jugador más maduro y, lejos de ponerse nervioso, controló y tardó unos segundos en rematar, como si jugara con los nervios del rival, antes de alojar el balón en la red. Corea, clasificada para octavos con un gol en el añadido ante Portugal, empezó a dar por buena su simple presencia entre los mejores porque no tuvo tiempo ni de levantarse tras el gol. Jung cometió un penalti tan dudoso como innecesario ante Richarlison y Neymar, con show incluido, no falló, sumando su gol número 76 con Brasil, a uno del récord de Pelé, cuya figura flotaba en el ambiente del 974.. La única (y tímida) reacción coreana llegaba de las botas de HC Hwang, el héroe ante Portugal, con un par de disparos lejanos que pusieron a prueba los reflejos de Alisson. Pero el dj había diseñado una noche de samba y se salió con la suya. El tercer gol fue una obra de arte, alcanzado el summum del potencial brasileño. Un triple control de Richarlison derivó en una pared en la frontal de los dos centrales, Marquinhos y Thiago Silva, que dejó el balón de nuevo en los pies del goleador del Tottenham para subir el tercero al marcador casi a placer. La fiesta amarilla en el 974 era de las que hacen época. Pero el show no se detenía y antes del descanso Paquetá rubricaba el cuarto tras una gran asistencia de Vinícius. Con la clasificación conseguida, sacó el pie del acelerador Brasil, consciente de que conviene reservar fuerzas para las dos últimas semanas de Mundial. Brilló Alisson en la segunda mitad ante los intentos coreanos por firmar el del honor. Lo consiguió Paik, ex de La Masia, para permitirse hacer las maletas esbozando media sonrisa. Brasil seguirá con el armario lleno unos días más. 4 - Brasil: Alisson (Weverton, m.80); Militao (Alves, m.63), Marquinhos, Silva, Danilo (Bremer, m.72); Casemiro, Paquetá; Neymar (Rodrygo, m.81), Raphinha, Richarlison y Vinícius (Martinelli, m.72). 1 - Corea del Sur: Seung-gyu Kim; Moon-hwan Kim, Min-jae, Young-gwon Kim, Jin-su Kim (Hong Chul, m.46); Lee Jae-Sung (Kang-in Lee, m.74), In-beom Hwang (Paik Seung-Ho, m.65), Woo-young Jung (Son Jun-Ho, m.46); Hee-chan; Son y Gue-sung Cho (Hwand Ui-Jo, m.80). Goles: 1-0. m.7: Vinícius. 2-0, m.13: Neymar, de penalti. 3-0, m.29: Richarlison. 4-0, m.36: Paquetá. 4-1, m.76: Paik. Árbitro: Clement Turpin (FRA). Amonestó a Jung (m.44) por parte de Corea del Sur. Incidencias: Partido correspondiente a los octavos de final del Mundial de Qatar 2022 disputado en el Estadio 974 de Doha ante 43.847 espectadores.