El efecto del oro y el bronce conseguidos por las selecciones masculina y femenina, respectivamente, en los Mundiales de Singapur, se ha diluido más rápido de lo habitual. Al menos, en las portadas. Apenas un día después de la consecución del cuarto mundial de los de David Martín en la despedida de Felipe Perrone, un comunicado firmado por todos los clubs de la División de Honor masculina y femenina ha sido el causante.
En el escrito, las entidades, entre las que se encuentran el Atlètic-Barceloneta, CN Sabadell, CN Sant Andreu o el CN Mataró, donde se reúnen la mayoría de internacionales, atacan con dureza al Consejo Superior de Deportes (CSD) por un incumplimiento de unos pagos acordados en este ciclo olímpico y amenazan con la huelga. “Advertimos que el inicio de las competiciones estatales de waterpolo está en serio peligro”, dicen en el comunicado emitido este sábado.
Todo empieza en el 2021, cuando el CSD aprobó una ayuda económica a los clubs de waterpolo para mejorar las estructuras profesionales en el alto rendimiento, medida que acabaría repercutiendo en los jugadores internacionales. Los clubs son el motor de un deporte tan exitoso como el waterpolo, y los centros de alto rendimiento hacen el resto con las tecnificaciones a cortas edades que acaban aportando jugadores, de forma piramidal, a los primeros equipos. Pero esos acuerdos se han incumplido.
Los clubs solo han recibido la prestación económica en el 2022 y el 2024, y el CSD considera que ya no pagará más. O, al menos, no lo hará en este 2025. Con la soga al cuello, las entidades han dicho basta. “No estamos hablando de promesas abstractas: se trata de acuerdos firmes, avalados por los máximos responsables del propio CSD -tanto secretarios de Estado como directores generales-, que han sido sistemáticamente ignorados”, refleja el comunicado.
La dotación económica del CSD en el 2024 a los clubs de la máxima categoría del waterpolo masculino y femenino fue de unos 800.000 euros a repartir entre todos. Una cifra que desde el CSD les aseguraron que iría en aumento, llegando a prometerles 2,5 millones de euros para este año que no han recibido. “Tenemos la esperanza de que se pueda llegar a un entente y rectifiquen su posición. Solo pedimos que cumplan su palabra”, dice Santi Fernández, director general del Atlètic-Barceloneta, en una conversación con La Vanguardia. “Necesitamos las ayudas económicas para que los clubs puedan mantener la profesionalidad en diversas estructuras y para confirmar la participación en competiciones europeas, que son de vital importancia para los jugadores de alto nivel”, prosigue Fernández.
Tenemos la esperanza de que se pueda llegar a un entente y rectifiquen su posición. Solo pedimos que cumplan su palabra”
Según el director general del Barceloneta, José Manuel Rodríguez Uribes, presidente del CSD, comentó en una de las reuniones con los clubs que el waterpolo español “es un modelo de éxito y que tendrá todo nuestro apoyo hasta Los Ángeles 2028, priorizando los intereses de los clubs y los de la propia Federación Española en los torneos de referencia (Mundiales, Europeos y Juegos Olímpicos)”. Una afirmación que para Fernández “no se corresponde con los actos”.
La ayuda económica a repartir entre todos los clubs es un punto estratégico para mejorar la calidad y la estabilidad de los jugadores. Nueve de los 14 internacionales que se proclamaron campeones del Mundo en Singapur con España militan en el Atlètic-Barceloneta. “Si no lo remediamos va a haber un éxodo de jugadores, ya que las condiciones de entrenamiento quedarán mermadas. El dinero no es para fichar jugadores, sino para promocionar el talento nacional y generarles remedios favorables a nivel estructural para que no se tengan que ir a otros países”, culmina Fernández.
El no recibir la ayuda del CSD nos afecta a nivel de planificación, porque si tuviéramos recursos adicionales podríamos planificar a largo plazo y mejorar las condiciones de nuestros deportistas”
“Pedimos seriedad al CSD”, afirma por su parte Francesc Casabella, presidente del CN Mataró. “Todos los clubs son entidades sin ánimo de lucro, propiedad de los socios. Al final los pagos que tenemos van a cargo de la tesorería del club, de socios o de los sponsors. El no recibir la ayuda del CSD nos afecta a nivel de planificación, porque si tuviéramos recursos adicionales podríamos planificar a largo plazo y mejorar las condiciones de nuestros deportistas”, explica Casabella. El presidente del CN Mataró añade que “se han dado temporadas en las que cinco equipos se han clasificado para Europa y alguno ha renunciado a jugar porque no se lo podía permitir”, una situación que pone de manifiesto “la necesidad de más recursos económicos”.
No es la primera vez que alguien se queja del CSD presidido por Juan Manuel Uribes. Recientemente, el propio presidente de la Federación Española de Atletismo, Raúl Chapado, lanzaba directamente algo más que un dardo: “Somos una federación tremendamente castigada por unos nuevos criterios que demuestran un desconocimiento profundo del alto rendimiento y el atletismo y que condena la preparación de los deportistas”. Luego matizó y dijo que fue contra el sistema en general, mientras que el CSD contrarrestó diciendo que había habido un aumento de subvención al atletismo.