La increíble vida de Carmen Weiler en Singapur la llevó a la élite: “A los 12 años te juegas el futuro”

Natación | Mundiales

La espaldista disfrutó de una final en el relevo 4x100 libre mixto tras no lograrlo en las pruebas de espalda

Nacida en Bangkok, se crio en Singapur y se formó con un holandés, un chino y un ruso... y Sergi López

Horizontal

Sergio de Celis Montalban, Luca Hoek le Guenedal, Carmen Weiler Sastre, Maria Daza Garcia, en la final del relevo 4x100 libre mixto. EFE/EPA/RUNGROJ YONGRIT

RUNGROJ YONGRIT / EFE

Es probable que Carmen Weiler (2024), que fue novena en los Juegos Olímpicos de París en los 100 espalda, esperara algo más de los Mundiales de Singapur. Ha crecido este año en la Universidad de Virginia Tech con Sergi López, el hombre que guía también el camino del séptimo del mundo en los 200 braza, Carles Coll. Pero a veces no todo sale como uno quiere, pese a que Weiler Sastre, de padre alemán y madre madrileña, pusiera todo su corazón en alcanzar una final individual en su casa; algo que sí logró en el relevo 4x100 libre mixto con una estratosférica posta y un récord de España incluido (3m24s40) este sábado. Sí, leyeron bien. Singapur es su casa. Su historia es un viaje por el mundo, un ejemplo de cómo se crece en uno de los países más ricos y emprendedores. Y cosmopolita.

“Ha sido sorprendente. Hizo unos buenos trials (si hubiera repetido la marca del 100, estaría en la final). No entendemos qué ha pasado. Quizás no hicimos algo bien, pero estamos tranquilos. Estoy triste por las pruebas individuales, por ella, pero tiene el trabajo hecho y es muy trabajadora. Lo de Carmen es como la Bolsa. Aunque bajen las acciones no voy nunca venderé porque en su caso sé que volverá rápidamente a subir”, argumentó el entrenador de Sabadell afincado en Estados Unidos y quien también empujó la carrera de Weiler en Singapur. Unas palabras premonitarios. Este sábado, en las eliminatorias, la nadadora de Virginia Tech nadó su posta de 100 libre con 53s73, que la situaron al nivel de las mejores del estilo libre de la final. Por la tarde, España quedó séptima con 3m24s87, con un gran tiempo de Luca Hoek (47s67) y de la 'singapurense', que nadó la tercera posta (53s81).

Fue sorprendente, quizás no hicimos algo bien, pero estamos tranquilos. Sé que ella volverá a subir rápido”

Sergi LópezEntrenador de Carmen Weiler

La historia de Weiler Sastre empieza en Ana, su madre, quien se trasladó por trabajo con un proveedor de coches a Alemania y acabó fichando por la empresa Porsche. Conoció a Stefan, que sería su marido y quien fichó por Mercedes. Lo destinaron a Tailandia. Y Carmen, en 2004, vio la luz en Bangkok. A los meses, ya se instalaron en Singapur. “En Asia todos los apartamentos tienen piscina, así que antes de cumplir el año ya estaba nadando y con dos ya recibía clases”, explica su madre.

La infancia es un paraíso para los niños en Singapur, pero también, a medida de crecen, un terreno de exigencia porque con 12 años se decide tu vida académica. “Es como la selectividad”, dice rotunda. El colegio de secundaria y el Bachillerato marcarán a qué podrás aspirar en la vida y para tener más posibilidades hay que ser un gran estudiante, un gran deportista o ser hábil con un instrumento. “Si hicieran unos Juegos Olímpicos de 12 años, seguramente Singapur estaría en la cabeza”, añade.

Lee también

“Todos los niños se preparan para un deporte. Pero luego hay abandono. Los hombres deben hacer el servicio militar dos años y no hay tantas ayudas cuando crecen”, explica Sergi López, que fue director técnico en el país asiático y el entrenador que llevó a Joseph Scholling al oro olímpico en Río 2016, el único en la historia de Singapur. “Priorizan el trabajo y lo académico”, apunta Ana. “Give back to the society” es el lema interiorizado en la población.

En ese contexto, la niña Weiler tocó el violín, le encantaba pintar y, cómo no, se apuntó a un club de natación (cualquier deporte se le daba bien, como el tenis o el atletismo). Y, además, habla alemán, castellano, inglés y chino (“aunque esto nunca te lo reconocerá”, bromea su madre). Un holandés olímpico llamado Jeoren fue su primer entrenador en los AquaDucks. 

Todos los niños se preparan para el deporte, pero luego hay abandono”

Sergi LópezEntrenador de Carmen Weiler

Carmen empezó a mostrar una destroza inusual y ganaba todas las competiciones, de la espalda a la mariposa. Con nueve años, debido a su nivel, ficha por otro club de más entidad con el ‘Coach An’, un entrenador chino de viejos métodos que “deconstruyó” su técnica para volver a construirla y que insistía en las patadas. “A Carmen le decía, el primer 50 rápido, el siguiente rápido y los otros muy rápido”, remarca Ana.

Del holandés y el chino saltó al ruso, al colegio Nexus con Ivan Bunakov, un entrenador “muy duro en el agua, pero blando fuera” natural de Siberia, quien le sacó lo mejor y le enseñó “a competir”. Él fue clave en su evolución y el motivo por el que pudo dar el salto a Estados Unidos.

A partir de ahí, Carmen Weiler empezó a asomar por la natación española, pues pasaba los veranos en Cullera, Valencia. “Hablamos con el Club Delfín que es donde había nadado uno de mis tíos. Rubén Zaínos, el entrenador, dijo que para obtener la licencia primero tenía que ver las marcas de Carmen. Cuando las vio, contestó al momento”, explica Ana. Ya en esa etapa Sergi López se encargaba de la natación singapurense y de encauzar la carrera de Weiler.

Desde entonces, compaginó los entrenamientos con Bunakov con las participaciones en los campeonatos de España (“todo pagado por nosotros”) hasta que en 2021 ganó una medalla en el Europeo júnior con tan solo 16 años y aumentaron las expectativas. Se quedó a las puertas de Tokio 2020 y se llevó una desilusión.

Lee también

Ya convertida en nadadora de alto rendimiento, Weiler se marchó a Estados Unidos para entrenarse con Sergi López y estudiar Ciencias Biológicas. Las notas son ejemplares y también su progresión. Posee todos los récords nacionales de espalda en piscina corta, el de 100 en piscina olímpica al margen del relevo mixto de este sábado. Tiene claro que se quiere quedar en Estados Unidos a preparar el ciclo olímpico de Los Ángeles, cita que tiene marcada en rojo y a la que llegará con 24 años, en la plenitud. Acabará el año de universidad y estudiará un máster.

Weiler Sastre ha sido la anfitriona de unos Mundiales de Singapur que se han ido enderezando. Para Carmen, aquella niña que se hacía fotos con Sarah Sjöstrom, Katinka Hosszu o Mireia Belmonte cuando acudían a Singapur a competir en la Copa del Mundo, y que siempre era la primera en apuntarse a esos clínics, han sido especiales. Con el broche de esa final que llegó en el último suspiro. Y de las que están venir.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...