Pasan los años y las escenas se repiten.
Sobre el barro, o sobre el fango, las siluetas se descomponen y se funden. Como pueden, los crossistas sortean los bancos de arena y los obstáculos artificiales que los organizadores han diseminado en el recorrido. Se trastabillan en las curvas, recortan la zancada en las tachuelas, se dejan ir en los descensos.
Y al fin, a los veinte minutos de carrera, ceden.
Bueno, no todos.
Entre el dolor y el desorden, una figura mantiene la compostura. Jakob Ingebrigtsen (24) es más alto, en apariencia más pesado, en teoría peor diseñado genéticamente para las servidumbres del cross country. Y sin embargo, es el más fuerte, al menos en Europa.
Algún día, algún experto deberá aclararnos todo esto.
Cómo es posible que el gigantón noruego pueda reinar en casi todas las disciplinas, en un abanico de distancias de la pista y también en el campo a través: en un día soleado en Antalya (Turquía), Jakob Ingebrigtsen se ha apropiado de su tercer título europeo absoluto (tras los del 2021 y 2022).
(De la ruta ya hablaremos más adelante, cuando Ingebrigtsen se la plantee a fondo).
Conforme pasan los minutos, cada uno de estos 7,5 km de que consta el recorrido, los adversarios parecen resignarse. Cede Almgren, el sueco que ha roto la barrera de los 27m en los 10.000m; también cede el belga Kimeli, eterno belga; los españoles insisten, quieren mantenerse en cabeza (Ndikumwenayo, Hassaous, Oukhelfen, Mechaal, Aarón las Heras). Solo el italiano Crippa (plata), con sus trenzas, se atreve a probar suerte: prueba a Ingebrigtsen.
Crippa tensa la cuerda y revienta el grupo y la cabeza se reduce a tres hombres, el italiano, el noruego y Ndikumwenayo, que atrapa el bronce e impulsa a los españoles al oro por países (Nassim Hassaous es séptimo; Abdelsaman Oukhelfen, octavo; Adel Mechaal, décimo; Aarón las Heras, 14.ª, y Fernando Carro, 38.º; es el noveno oro español por países; el último databa del 2015).
El desenlace es un calco del pasado y también una certeza. Mientras Ingebrigtsen acelera definitivamente para marcharse en solitario, comprobamos que apenas le afectan las circunstancias de la vida. Me refiero al proceso judicial que le enfrenta a su padre, Gjert Ingebrigtsen, antes su mentor, hoy un apestado familiar que, en unas semanas, será procesado por maltratar y agredir físicamente a sus siete hijos, Jakob incluido.
La historia da para otra temporada de los Ingebrigtsen, el serial que mantiene a miles de noruegos atrapados ante el televisor, contemplando las andanzas de esta hipercompetitiva familia de atletas, suerte de Kardashian a la escandinava. Este es un caso único en la historia de este deporte, pues entre ellos figuran tres campeones europeos (Henrik y Filip, que es 20.º en Antalya, habían sido oro en el 1.500 antes de que lo fuera Jakob) y otra hija, Ingrid, que prometía tanto como sus hermanos mayores pero ha dejado de competir al sentirse acosada por el padre.

María Forero, plata en la categoría sub20v
España recoge tres podios
Junto al oro por equipos y el bronce de Thierry Ndikumwenayo, la delegación española ha recogido tres podios en Antalya. María Forero (21) es ya una clásica de la disciplina. A su oro continental sub20 del 2022 y la plata sub23 del 2023 le ha unido otra plata, de nuevo en sub23, hito que la confirma como un faro para los próximos compromisos del fondo de nuestro país. El relevo mixto (Jesús Gómez, Marta Pérez, Esther Guerrero y Adrián Ben), en otros momentos también en el podio, ha tenido que conformarse con la quinta plaza, condicionado por la caída de Marta Pérez, que ha perdido diez segundos al tropezarse con un obstáculo artificial. La jornada ha coronado a magníficos especialistas, como la italiana Nadia Battocletti, campeona en mujeres, y el neerlandés Niels Laros, el nuevo Ingebrigtsen, que se ha adjudicado la carrera sub20.