En el año 2006, Vladimir Kramnik se enfrentó a Veselin Topalov por el trono mundial de ajedrez. Un match en el que se unificaba el título tras más de una década de disputas entre Gary Kasparov, derrotado años antes por Kramnik, y la FIDE. Aquel duelo alcanzó una expectación mundial porque el búlgaro acusó al ruso de hacer demasiadas visitas al baño, sembrando la sospecha de que hacía trampas. El encuentro pasó a llamarse irónicamente el Watergate del ajedrez y Kramnik, hombre orgulloso y tenaz, protestó no presentándose a una partida, que se le dio por perdida. El mundo del ajedrez arropó al ruso con numerosas muestras de afecto. Desde Anatoly Karpov hasta Víktor Korchnói, pasando por Boris Gelfand, Nigel Short, Boris Spasski, Peter Svidler e incluso un jovencísimo Magnus Carlsen, que le escribió una carta mostrándole su apoyo. Kramnik ganó aquel Mundial.
19 años después todo ha cambiado y ahora es él quien se dedica a acusar sin pruebas a muchos compañeros, el último, el fallecido Daniel Naroditsky. Numerosos grandes maestros han dado su opinión y todos ellos lamentan y critican la actitud del ruso, que acusó sin pruebas y en un gran número de ocasiones a ‘Danya’, como se conocía al popular instagramer, de ser un tramposo. El mundo del ajedrez pocas veces ha estado tan de acuerdo en algo. Kramnik está solo.
Vincular este suceso trágico con mi nombre traspasa los límites de la moral humana”
Casi 50.000 personas, que consideran al excampeón culpable indirectamente de la muerte, todavía sin aclarar, del gran maestro estadounidense, han firmado una campaña en Change.org para que el comité de ética y disciplina de la FIDE meta mano en el asunto y revoque los títulos y las normas en poder de Kramnik. El ruso fue campeón del mundo en tres ocasiones y ostenta un palmarés con más de 54 triunfos en diferentes torneos. La FIDE se ha limitado a informar de que ha abierto una investigación sobre su conducta.
Siempre activo en las redes, el ruso se defiende argumentando que él fue “la única persona en la comunidad ajedrecística que pidió públicamente ayuda para él”. Y rechaza todas las acusaciones. “Los intentos posteriores de vincular directamente este trágico suceso con mi nombre traspasan todos los límites de la moral humana básica”, denunció. También aseguró haber recibido amenazas de muerte contra él y su familia.
Kramnik se ha cargado una vida y ahora va a por David Navara”
Sucede que esta no es la primera vez, ni la segunda, ni la tercera, que Kramnik acusa sin pruebas concluyentes a otros jugadores a través de las redes sociales con consecuencias dramáticas. Sus rotundas afirmaciones unidas al peso específico de su figura, son golpes que pocos pueden aguantar con entereza.
“Cuando Kramnik me acusó, mucha gente cercana a mí me defendió inmediatamente”. Quien habla es el indio Nihal Sarin, gran maestro y quien más compartió tableros con Danya en los últimos tiempos. “Me da pena que no tanta gente pudiera ser tan abierta al apoyar a Naroditsky. A mí apenas me afectaron las acusaciones porque era consciente de que había tenido buenos resultados, y de alguna manera sabía que Kramnik vendría a por mí algún día. Lo estaba esperando”, relata Sarin en una extensa carta publicada la semana pasada. “Kramnik ha destruido su propia reputación y ahora está causando mucho más daño. Literalmente se ha cargado una vida y ahora va a por Navara, el tío más majo del ajedrez”, relataba.
Lo más importante para Daniel era su dignidad y su nombre como ajedrecista”
El checo David Navara es otra de las víctimas de esta historia, un ajedrecista exitoso a quien todo el circuito aprecia por haber hecho públicos sus problemas de salud mental. Kramnik lo acusó de tener unos resultados por encima de lo normal en 2024. Y todo su mundo, como el de Danya, se vino abajo. “Todos los cometarios tras la acusación me afectaron mucho. Estaba muy deprimido y lloré durante tres horas. Desde mi infancia, no soy la persona mentalmente más estable. Este caso volvió a inducir mis pensamientos suicidas y me causó mucho dolor”, confesaba Navara hace más de un año. Hace unos meses Kramnik volvió a la carga con una denuncia contra él por difamación.
“No había nada más importante para Daniel (Naroditsky) que su dignidad y su nombre como ajedrecista y el excampeón del mundo trataba de decir que mi hijo era un tramposo”. La madre de Danya, Elena Naroditsky, habló para el Daily Mail , también señalando cómo la persecución de Kramnik afectó a su hijo. “Daniel trató tanto de defenderse. El mundo entero estaba de su lado. Él jugó más y más y más porque intentaba demostrar que no era como lo habían dibujado. Es una tragedia. Tenía 29 años”.
Queda al descubierto el lado más oscuro del ajedrez moderno. La enorme presión que viven los jugadores y el impacto que estas acusaciones pueden tener sobre la salud mental de quienes viven de su reputación.

