Le preguntamos a Nil Llop (23):
–¿Es usted un rara avis?
Y él asiente.
Qué va a hacer, si no.
¿Cómo se explica su proeza?
Pues en un mes y medio, en los Juegos de Invierno de Milán-Cortina d’Ampezzo (6 al 22 de febrero), abrirá una puerta al futuro: será el primer olímpico español en patinaje de velocidad sobre hielo.
–Es que en España apenas tenemos cuarenta licencias, ¿sabe? –nos dice.
–No son muchas...
–Y en nuestro país no hay un solo anillo ovalado de 400m, una pista de hielo en la que pueda entrenarme como se entrenan mis rivales.
–¿Y cómo se entrena, pues?
–Este año, por ejemplo, he pasado tres meses en Calgary. Y cuando hay alguna prueba de la Copa del Mundo, pues viajo una semana antes y así me adapto a las condiciones locales. Más no puedo hacer. Piense que ahora, durante las Navidades, solo podré trabajar la parte física en los gimnasios de la residencia Blume de Esplugues. Que no voy a tocar el hielo, vamos.
(...)
Hablamos por teléfono.
Acaba de aterrizar en España y está llegando a su casa, en El Prat. Viene bendecido por su pasaporte olímpico, salvoconducto que se ha ganado este fin de semana en Hamar (Noruega). Tiene plaza olímpica en 500m y en 1.000m.
Pensando en Nil Llop, pensamos en otros pioneros contemporáneos. En Lydia Valentín, Carolina Marín, Ander Mirambell o Javier Fernández.
–En el patinaje sobre hielo hemos roto un hito, es cierto.
(...)
En estos días, hay bullicio en las instalaciones deportivas de la Universitat de Barcelona (UB Esports, allí donde algún día desembarcará el nuevo Hospital Clínic): decenas de operarios trajinan, ultiman la instalación del palacio de hielo azulgrana. Allí es donde, temporalmente, irán a parar los patinadores artísticos del Barça y también sus equipos de hockey hielo, secciones que hoy están en barbecho (es así desde que se averió la legendaria instalación anexa al Palau Blaugrana, hace ya dos años largos).
En el espacio temporal de UB Esports no habrá patinadores de velocidad, no los habrá ni se les espera, pero a grandes rasgos ese lugar es todo lo que hay en Barcelona, es la única instalación sobre hielo que queda en la provincia y alrededores.
–Ya lo sé, ya –nos dice Nil Llop, resignado.
(Y se encoge de hombros cuando le contamos que Países Bajos, una potencia en la especialidad, suma veinte anillos ovalados y 7.000 licencias federativas; o que Canadá tiene diez anillos y 14.500 fichas...).
No es habitual algo así, pero la Federación de Hielo había montado un proyecto y está saliendo bien”
También nos dice que, en realidad, no está tan solo. Le acompañan, Sandra Gómez, su entrenadora en el Club Patí Cobra El Prat, o su psicóloga, Ana Merayo, y en general las federaciones española y catalana de hielo y las becas Podium de Telefónica.
Las ayudas le cubren el material y las concentraciones.
Le cubren un mes en Salt Lake City. O en Calgary. O el tiempo que pasa en la Blume, bajo el régimen de entrenamiento, dieta y fisioterapia.
España apenas suma cuarenta licencias, la nada ante las 14.500 de Canadá o las 7.000 de Países Bajos
–La historia viene del 2012 –nos cuenta Nil Llop.
Y se remonta al proyecto olímpico Pirineos-Barcelona 2030: hasta entonces, Nil Llop era solo un patinador de velocidad sobre ruedas, un crío con anhelos olímpicos.
–Pero claro, la velocidad sobre ruedas no es olímpica ni está previsto que lo sea. Y yo tenía ese sueño.
Y se alinearon los astros.
Òscar Cruz y David Samper, presidente y segundo de la Federació Catalana d’Hivern, lanzaron el Pla Estratègic para el 2030, incluyeron el patinaje de velocidad sobre hielo, llamaron a Sandra Gómez, su técnico, incorporaron a Nil Llop en el programa y aquí tenemos al hombre, tras dos años incrustado en el Top-10 mundial, ahora a un mes y medio de su sueño.
(Y eso que el proyecto Pirineos-Barcelona 2030 se lo ha llevado el viento).
–¿Y qué va a pasar en Milán-Cortina?
–Mi objetivo era ganarme una plaza y ya la tengo. En realidad, tal y como estaban yendo las cosas, no conseguirla hubiera sido un chasco. Dicho esto, tengo que ser realista: no puedo aspirar a lo más grande, no en esta edición.
(En 500m, su mejor baza, es ahora el 24.º en el ranking de la Copa del Mundo).

