Jakub Mensik, ese chico nuevo en el circuito ATP

Tenis | Masters 1.000 de Miami

El adolescente checo tumba a Novak Djokovic en Florida y lanza un aviso a Sinner y Alcaraz

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Jakub Mensik, este domingo en Miami 

Cristóbal Herrera-Ulashkevich / EFE

No, querido lector.

No va a ser tan simple.

Si alguien interpreta que Jannik Sinner y Carlos Alcaraz tomarán el mando del tenis ad eternum, ahora que se han ido Roger Federer y Rafael Nadal, ahora que Novak Djokovic está dando los últimos coletazos, entonces va equivocado: en el circuito ATP, el traspaso de poderes va a ser un embrollo, un lío de nombres y aspirantes que se irá regenerando y remasterizando.

Aquí tenemos, por ejemplo, a Jakub Mensik.

–Me duele admitirlo, pero has sido mejor –le decía Novak Djokovic (37) al adolescente checo (19) en la húmeda noche de Miami, la del domingo–. Y este será el primero de muchos éxitos.

(El checo le había tumbado por 7-6 (4) y 7-6 (4), toda una proeza ante el rey de los tie breaks; nadie como Djokovic se maneja en ese estado de emergencia).

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Djokovic hablaba dolido, pues se le acababa de escapar un Masters 1.000 y la posibilidad de alcanzar los cien títulos del circuito ATP, pero también hablaba a conciencia: ya lo había advertido en estos días, atentos a Mensik.

(De hecho, el serbio lleva meses siguiendo a Mensik. No hace mucho, en el 2022, después de que Mensik jugara la final del Open de Australia júnior, Djokovic le había invitado a Serbia y Montenegro para pelotear juntos e intercambiar reflexiones).

El gran salto

En una semana y media, el checo ha saltado treinta plazas en el ránking, desde la 54.ª hasta la 24.ª

Y ahora ya está. El alumno ha superado al maestro. Ya ha explotado Mensik. Memoricemos el apellido. Porque de sopetón, ya es la 24.ª raqueta del mundo: en una semana y media y siete partidos, el checo ha saltado treinta plazas en el ranking.

De manera que quien no le conozca a partir de ahora es porque no quiere.

Ahí va otro ejemplo: hace tres días, cuando apenas disputaba los octavos de final de Miami, Mensik contaba con 44.000 seguidores en Instagram. Ayer a media tarde, cuando revisé su cuenta, ya andaba por los 79.200 y subiendo.

(Y clico yo también: entiendo que a partir de ahora debo seguirle en las redes sociales).

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Novak Djokovic cae sobre el sintético de Miami, este domingo 

Geoff Burke / REUTERS

(...)

Todo lo que esperamos de Mensik, con su 1,93m de estatura y su poderoso servicio, emergió en la noche de Miami. Vimos a un tenista que no se arrugaba, ni siquiera en ese escenario, ni siquiera ante semejante coloso.

–Cuando jugaba Lendl, yo ni siquiera había nacido. Él fue una inspiración. Pero mi generación sigue más lo que hicieron Tomas Berdych y Radek Stepanek –le decía días atrás a Sebastián Varela para el digital Clay.

La invitación

Tres años atrás, Djokovic invitaba a Mensik a Serbia y Montenegro: durante días, pelotearon juntos

Catorce aces le endosó al serbio, cerca de la media de 18,5 que había registrado en el torneo. Llegó a servir a 220 km/h. Se llevó el 77% de los puntos que jugó con su primer saque. Firmó 29 winners, por los 22 de Djokovic. Y no se arrugó en los tie breaks, allí donde Djokovic se maneja como los ángeles. Ganó ambas muertes súbitas.

–Está bien eso de contar con este título. Pero no se trata de ganar un solo título o un solo torneo. Aún tengo 19, toda mi carrera está por llegar –decía más tarde a la prensa en Florida.

Y así corroboraba aquello que semanas atrás ya le había declarado a Varela:

–Mi ambición es ser número uno y ganar los cuatro Grand Slams.

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