Los bancos como garantía
Opinión
Los bancos son el principal componente del sector financiero. Y de hecho su papel es clave para la financiación de la economía europea, proporcionando más del 70% de la financiación total que reciben familias y empresas. Es mucho menor el peso en esta función de los mercados y sus infraestructuras, que engloban diferentes plataformas organizadas que permiten la compra y venta de todo tipo de activos financieros.
Naturalmente no se puede hablar de compartimientos estancos entre estos dos componentes del sistema financiero, ya que se caracteriza por una compleja red de dependencias e interacciones entre distintos agentes, lo que refuerza su liquidez y capacidad de proporcionar tanto financiación directa como una amplia variedad de activos en qué invertir. Una complejidad en la que lógicamente se presentan riesgos, que deben ser conocidos –y aquí juega un importante papel la educación financiera– y controlados –y aquí los supervisores cumplen un rol clave para evitar que se materialicen–.
Un hombre saca dinero de un cajero automático
El Banco Central Europeo (BCE) realiza un seguimiento para detectar vulnerabilidades y comprobar la capacidad de resistencia del sistema en conjunto. Todo ello con el objetivo de preservar la estabilidad financiera, es decir, la capacidad de resistir perturbaciones, y proteger el funcionamiento de la actividad económica real. Para el BCE los principales riesgos para la estabilidad financiera se centran hoy en las valoraciones de algunos mercados y la elevada deuda pública, en un contexto de tensiones geopolíticas e incertidumbre económica. Pero la estabilidad cuenta con el refuerzo de unos bancos sólidos, rentables y con capacidad para financiar las necesidades de la economía europea. Por eso para las autoridades europeas es prioritario que esto no cambie y para todos los países debe ser fundamental conservar esta fortaleza.