Molins gana un 22% más pese a la ralentización del negocio
Industria
La cementera estanca la facturación en 1.365 millones de euros por los menores volúmenes de venta por la inestabilidad de los mercados
Instalaciones de la planta de Cementos Molins, en Olavarría (Argentina)
Molins logró cerrar el ejercicio pasado con un notable incremento de la rentabilidad pese a la ralentización del negocio. El grupo cementero, que recientemente ha devuelto la sede social a Catalunya, logró incrementar el beneficio un 22%, hasta los 184 millones de euros, pese a ser un año marcado por el incremento de inversiones y la caída de volúmenes. El consejo de administración ha decidido proponer para su aprobación en la próxima junta general de accionistas un dividendo del ejercicio de 1,11 euros por acción, un 21% superior al del ejercicio anterior.
Las ventas de Molins fueron de 1.365 millones de euros, un 1% superior al año anterior, gracias a los mayores precios de venta. La compañía, cuyo consejero delegado es Marcos Cela, también apuntó a la inestabilidad política y social en algunos mercados, y del efecto desfavorable del tipo de cambio.
El resultado operativo bruto (ebitda) ha ascendido a 356 millones de euros, aumentando un 6% respecto al año anterior, destacando el incremento en los negocios en Europa, Sudamérica y Norte de África. Los negocios en México continúan siendo el mayor contribuidor a los resultados de la compañía. El margen ebitda ha aumentado en 1,1 puntos porcentuales hasta el 26,1%.
El incremento en el resultado alcanzado por Molins se enmarca en un año en el que la compañía ha acometido importantes inversiones hasta alcanzar los 98 millones de euros, un 31% más. En concreto, el 70% se corresponden con inversiones de continuidad, priorizando las de sostenibilidad, digitalización, y eficiencia, y el 30% con inversiones de crecimiento. A pesar de ello, ha continuado la fuerte generación de caja, aumentando el saldo neto de tesorería hasta 91 millones de euros.
Recientemente, Molins anunció una alianza con Enagás, el proyecto MOSUSOL NetCO2, para instalar tecnologías avanzadas de captura, almacenamiento y uso del carbono con una infraestructura de transporte de CO2 de última generación. El objetivo del proyecto, que prevé una inversión conjunta de 590 millones de euros, es la captura de un millón de toneladas de CO2 anuales en la planta Sant Vicenç dels Horts (Barcelona).