Endesa ganó 1.888 millones de euros en el 2024, lo que supone un incremento del 154% respecto a los 951 que había ganado en el 2023, un año que estuvo muy afectado por impactos extraordinarios. Pese a ello, los ingresos totales de la compañía se redujeron un 16%, hasta 21.307 millones, según la información que ha remitido este jueves a la Comisión Nacional del Mercado (CNMV).
El resultado operativo del negocio (ebitda) alcanzó los 5.293 millones de euros, un 40% más, tras un año de normalización de los mercados energéticos de luz y gas y del escenario regulatorio. La carga fiscal creció un 130% respecto a un año antes, hasta los 696 millones abonados en impuestos sobre el beneficio. Esto supone una tasa fiscal del 27%, impactada negativamente por la tasa extraordinaria del 1,2%, que ha dejado de estar en vigor a partir de este año 2025.
Inversión condicionada
En cuanto a la evolución del flujo de caja a cierre del año, crece hasta los 4.100 millones en términos ajustados. Es decir, eliminando del ejercicio 2024 el efecto de los 530 millones abonados por el laudo arbitral a inicios de año y descontando en 2023 los 1.800 millones ingresados en concepto de capital circulante regulatorio.
Endesa destinó en torno a 900 millones a ampliar y modernizar la red de distribución. En total, las inversiones alcanzaron los 2.057 millones de euros en el año, un 16,5% menos. Aunque el objetivo de Endesa es incrementar este parámetro, según lo anunciado en el pasado Capital Markets Day de noviembre, cuando comunicó una inversión de 4.000 millones sujeta a la mejora de la retribución de la red para el periodo 2026-2031 que se prevé conocer a lo largo de este año.
La deuda desciende un 10%
“Hemos obtenido unos sobresalientes resultados en el año, que nos proporcionan un sólido flujo de caja y que sustentan unas métricas financieras saneadas. Como fruto de todo ello, hemos elevado hasta los 1,32 euros el dividendo que prevemos repartir este año, lo que supone un 32% más que en el 2023 y un 10% más que el objetivo que nos habíamos fijado. Nuestra rentabilidad por dividendo se sitúa así por encima del 6%”, ha asegurado José Bogas, en la comunicación remitida a la CNMV. “Seguimos avanzando en los principales ejes de nuestro plan estratégico 2025-2027 y reiteramos nuestra capacidad financiera para aumentar y acelerar ese plan inversor en transición energética si el entorno regulatorio lo respalda”, ha añadido.
En esa línea, la deuda neta se ha situado en 9.298 millones a cierre de año, un 10,6% menos. Una evolución propiciada, según explica la compañía, por la evolución del flujo de caja más los ingresos obtenidos por la venta de una participación minoritaria en una cartera de plantas solares (4.400 millones en total), que superan ampliamente las inversiones acometidas y el dividendo abonado (3.300 millones incluyendo ambos conceptos).