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Danilo Domínguez, multimillonario, 30 años: “En seis meses pasé de tener 300 dólares en la cuenta a facturar 1 millón y la clave fue cambiar el chip. La rutina y la disciplina fueron mi fórmula”

Éxito

Criado entre apagones y comida racionada, aprendió que el éxito empieza desde dentro. Hoy lidera una empresa de viviendas de lujo y comparte su fórmula con el mundo

Danilo Domínguez

Alcanzar el éxito monetario es una meta que, aunque muchas personas tienen en mente, muy pocos consiguen. Tanto es así que, por poner en contexto, solo el 0,7% de la población mundial es millonaria, lo que muestra lo complicado que es realmente pertenecer a ese porcentaje. Para lograrlo, es importante establecer una serie de hábitos y rutinas, trabajar mucho, y estar además en el momento y en el lugar oportunos, pues aunque lo que hacemos influye de forma brutal en nuestro futuro, también lo hacen una serie de factores externos que, en muchas ocasiones, son incontrolables.

El multimillonario Danilo Domínguez es el ejemplo perfecto de todo esto. Nacido en Cuba en 1994, emigró a Miami a los 14 años en busca de un futuro mejor, y lo consiguió con creces. Pasó de vivir en la pobreza absoluta a convertirse en millonario a los 23 años, sin estudios universitarios y desarrollando su carrera en el sector inmobiliario y la construcción modular en Florida.

Danilo explica que, cuando estaba en Cuba, la situación era verdaderamente complicada: “Cuando yo nací, en 1994, Cuba estaba en un ‘Período Especial’. Prácticamente, 5 de cada 7 días no había electricidad. Había un déficit alimentario gigante. Una libreta de abastecimiento marcaba qué podía comer mi familia: un pollo entero al mes, arroz, 12 huevos... era muy complicado.”

Nos fuimos a Miami cuando tenía 14. No sabía lo que era una hamburguesa. No conocía la Coca-Cola. No entendía cómo alguien podía tener dos pares de zapatos

Danilo Domínguez

Aunque su padre era ingeniero químico con dos másteres y su madre ingeniera agrónoma en el Instituto Forestal Cubano, no podían tener siquiera casa propia, coche o emprender, pues lo poco que ganaban apenas les daba para cubrir las necesidades básicas. Fue entonces cuando decidieron emigrar a Miami en busca de una vida mejor: “Nos fuimos a Miami cuando tenía 14. No sabía lo que era una hamburguesa. No conocía la Coca-Cola. No entendía cómo alguien podía tener dos pares de zapatos”, explica.

Danilo ha logrado crear un imperio inmobiliario en Florida

Allí, aunque el inicio tampoco fue fácil, lograron asentarse, y a los 21 años a Danilo tan solo le faltaban 6 meses para graduarse en Administración de Empresas. Fue entonces cuando tomó la decisión más difícil de su vida: dejarlo todo: “Mi familia no lo entendía. Eran todos profesionales universitarios. Yo era la oveja negra. Me dijeron: ‘Te vas a arrepentir’. Pero yo sentía que tenía que actuar. Estaba dispuesto a comer tierra si hacía falta”, asegura.

Fue precisamente en ese punto - con 300 dólares en la cuenta, sin título universitario, con presión familiar y con un entorno nuevo - cuando decidió cambiar el chip y ocurrió lo que él llama su ‘click mental’: “Estuve seis meses sin facturar nada. Mi primer cheque grande fue más de lo que iba a ganar en dos años con un trabajo normal. El éxito fue mental. Cambié el chip. Dejé de pensar en dinero y me enfoqué en actuar”, explica. 

La disciplina y la rutina fueron mi fórmula. No hay secretos. Hay que duplicar rutinas hasta que los resultados aparezcan

Danilo Domínguez

Durante todos esos meses, el multimillonario dejó de centrarse en buscar resultados inmediatos y adoptó un cambio profundo de mentalidad. Pasó a vivir con urgencia, necesidad y propósito: “Me levantaba todos los días a las 6:30, abría la oficina el primero. Trabajaba hasta la noche. La disciplina y la rutina fueron mi fórmula. No hay secretos. Hay que duplicar rutinas hasta que los resultados aparezcan”, afirma.

Danilo pasó semanas caminando con traje por las calles de Miami, llamando a puertas y esperando a que alguien confiara en él. Fue entonces cuando una señora italiana decidió hacerlo: “Le dije la verdad: ‘esta es mi primera operación. Si me das 30 días de exclusividad, te vendo la casa’, y la vendí en cuatro días por 4 millones de dólares. Me gané una comisión de 124.000 dólares en mi primera operación”, explica. 

En su primera gran operación ganó más de 100.000 euros

Getty Images/iStockphoto

El éxito no es dinero. El éxito es estabilidad emocional, ser buena persona y tener valores. Estoy agradecido a mis padres por inculcarme eso

Danilo Domínguez

Ese fue su primer gran golpe. Tras esto, reinvirtió ese dinero y logró empezar a hacerse un nombre. Al cabo de seis meses ya había facturado su primer millón de dólares, lo que le valió para fundar su propia empresa de construcción: DDC Developments, que permite construir viviendas de lujo en un mes y medio, resistentes a huracanes y listas para financiar desde el extranjero. Así, Danilo ha logrado facturar más de 400 millones de dólares en propiedades vendidas, una cifra absolutamente desorbitada: “Creamos casas a medida en 45 días, desde 180.000 dólares. La clave está en combinar construcción acelerada con financiación total”, afirma.

Aún y así, el multimillonario asegura que continúa teniendo los pies en la tierra, pues el exceso de ambición es algo verdaderamente peligroso, y por ello es tan importante tener un entorno emocional estable y recordar siempre de dónde vienes: “El éxito no es dinero. El éxito es estabilidad emocional, ser buena persona y tener valores. Estoy agradecido a mis padres por inculcarme eso. Compartíamos un pan entre cuatro personas. Eso nunca lo olvido”, sentencia. 

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