El sector de la defensa inicia las maniobras

Industria de defensa

Grandes empresas y fondos de capital riesgo empiezan a moverse con el objetivo de aprovechar la histórica ola inversora que ya ha comenzado

Los mercados buscan su rumbo: ¿preparados para nuevas aventuras?

A VCR 8X8 Dragon armored fighting vehicle at the Indra Group stand during the FEINDEF defense exhibition in Madrid, Spain, on Monday, May 12, 2025. Prime Minister Pedro Sanchez promised last month that the country will invest #{emoji}128;23 billion ($26 billion) in defense this year and meet NATO#{emoji}146;s goal of 2% of GDP. Photographer: Angel Garcia/Bloomberg

Blindado equipado con la última tecnología de Indra

Angel Garcia / Bloomberg

El sector de la defensa vive un momento constituyente. Se está confirmando una nueva era tras unos años operando por debajo del radar. Invertir en armamento y seguridad no estaba bien visto social y financieramente. Pero la guerra de Ucrania lo cambió todo. Ahora los gobiernos se han lanzado a impulsar el gasto militar y las empresas y los fondos reorientan sus planes estratégicos. El baile de operaciones ya ha comenzado con el objetivo de aprovechar la histórica ola inversora que está en marcha. La Comisión Europea ha anunciado 800.000 millones en ayudas, y el Gobierno español ha elevado de urgencia al 2% del PIB la inversión en seguridad para cumplir con la OTAN. Y a España le reclaman que llegue hasta el 5% del PIB. Todos los actores han detectado que hay negocio.

El plan industrial de defensa y seguridad anunciado por Pedro Sánchez marca el camino de las empresas. Se avecina una lluvia de millones y todas quieren aspirar a los fondos públicos. Indra es la mejor situada, con posibilidades de acaparar proyectos en todas las líneas inversoras. El plan estratégico de la compañía está orientado al crecimiento inorgánico, es decir, a la adquisición de competidores. El consejero delegado del grupo, José Vicente de los Mozos, concretó que hay 20 compañías que interesan a Indra, aunque el foco se lo lleva Escribano. Además, esta nueva edad dorada implica que Indra siga batiendo récords en bolsa semana tras semana. Ya ha superado los 6.000 millones en capitalización.

El resto de grandes firmas de defensa que operan en España también aspiran a beneficiarse de esta nueva ola inversora. Airbus, Navantia, GDELS-Santa Bárbara (que ha rechazado fusionarse con Indra) y Sapa. Esta última compañía de origen vasco aspira a un importante e inminente contrato del Ejército de Estados Unidos que redimensionaría la empresa.

En el lado del capital riesgo también se están produciendo importantes movimientos de fichas. Uno de los primeros en situarse como actor destacado es Hyperion Fund, fundado por Pablo Casado, expresidente del PP, y Ricardo Gómez-Acebo Botín, sobrino de la presidenta del Santander. El fondo ha levantado 150 millones con el foco puesto en la tecnología de doble uso en el sector de la defensa, pero también en el espacio y la ciberseguridad. De momento hay un hilo que une a sus operaciones: todas las empresas en las que ha invertido están en Catalunya. En concreto, ha apostado por Pangea, especializada en motores de cohetes; Sateliot, una compañía que promueve una constelación de satélites; y Gutmar, de componentes de hiperprecisión. También ha adquirido Gestair, líder en aviación ejecutiva en España, junto a Corporación Financiera Azuaga.

El mundo financiero está eliminado sus históricas restricciones a invertir en productos militares

Con un objetivo muy similar nació Nazca, el segundo fondo más grande de Europa con un tamaño objetivo de 600 millones. El proyecto acaba de conseguir un inversor ancla con galones: el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI). Si Nazca consigue 300 millones entre inversores privados, el organismo público colaborará con la misma cantidad. Nazca es la clásica firma de private equity que se ha lanzado a invertir en defensa aprovechando el boom del sector.

Amper es otro actor que quiere crecer aprovechando esa nueva era y jugar un papel protagonista en la reestructuración del sector. La compañía anunció que tiene previsto invertir hasta 200 millones en adquisiciones y se encuentra inmersa en la búsqueda de socios.

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Maxam es otra compañía con un importante interés en el mercado. La antigua Explosivos Riotinto ha pasado por manos de varios fondos y en este momento se encuentra controlada por Rhône Capital, la firma liderada por José Manuel Vargas, expresidente de Aena. En el 2022 llegó a un acuerdo con el gigante alemán Rheinmetall para venderle Expal. En su día, la entonces Explosivos Riotinto fue considerada una joya de la corona en España.

Entre los fondos destacan Hyperion, de Pablo Casado, y Nazca, que ha logrado como inversor ancla al CDTI

Otro fondo que aspira a tomar protagonismo en el sector de la defensa y la seguridad es Portobello, que tradicionalmente ha estado alejada de estas inversiones. Como él, cada vez más actores financieros eliminan las históricas restricciones a apostar por las inversiones militares para surfear la ola de gasto millonario que se avecina durante, previsiblemente, varios años.

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