Renault ha encajado un golpe de 9.500 millones de euros al pasar a contabilizar su participación en Nissan como un activo financiero correlacionado a su precio en bolsa, según ha explicado la empresa francesa este martes. A cierre del último ejercicio, Renault era dueña del 36% de la nipona.
La pérdida se calcula por la diferencia del valor contable actual de la participación y su valor justo estimado por su cotización en bolsa. Se incluyen también impactos de reajustes en reservas de conversión o coberturas de inversión. Este enfoque permite alinear el valor de la participación en Nissan en los estados financieros de Renault con el valor del precio en bolsa. En el último año las acciones de Nissan se desploman un 40% en bolsa.
La pérdida estimada se contabilizará en la cuenta de resultados, principalmente en otros ingresos y gastos de explotación, si bien no tendrá impacto en el efectivo o el cálculo del dividendo.
Pese a los cambios en la contabilidad, se especifica que no modifica en absoluto los compromisos estratégicos y operativos entre Renault y Nissan. “Los dos socios continúan trabajando en programas conjuntos de desarrollo industrial y tecnológico”, ha explicado la firma francesa en un comunicado.
Si bien Renault sigue siendo el mayor accionista de Nissan, ambas compañías han ido reduciendo su colaboración en medio de crecientes rivalidades. Nissan se encuentra en pleno proceso para sanear sus finanzas, renovar producto y sortear el golpe de los aranceles de Donald Trump. Por su parte, tras darle la vuelta al negocio, Renault busca un sustituto para Luca de Meo, quien se incorpora a Kering, propietaria de Gucci.