La histórica compañía Embutidos Solà ha cambiado de manos. La familia Cobo ha vendido la empresa, con sede en Gurb, a un grupo de origen navarro, liderado por el empresario Benito Jiménez, que controla varios negocios alimentarios, siendo Congelados de Navarra el más relevante.
El precio de la operación no ha trascendido. La familia Cobo ha vendido el 100% del capital y ha logrado un acuerdo que asegura la permanencia de la plantilla y el equipo directivo. Unas 70 personas trabajan en la empresa, lideradas por el gerente, Jordi Cobo. “Afrontamos esta nueva etapa con perspectivas de crecimiento. Esta alianza nos permitirá responder con mayor rapidez a la demanda y reforzar nuestra competitividad para llegar a nuevos mercados”, comenta.
Con más de 200 años de historia, la empresa de Gurb se suma a un grupo alimentario que lidera Benito Jiménez
Según un comunicado, Embutidos Solà factura unos 20 millones de euros al año con la elaboración de embutidos curados –fuet y longaniza– y su venta al mercado local y europeo. “Las exportaciones representan cerca del 40% del volumen de negocio”, detalla Cobo. La empresa opera con dos plantas productivas que conjuntamente suman una superficie de 10.000 m2. “Producimos, transformamos y envasamos en casa; contamos con una capacidad para producir 4 millones de kg de embutidos al año”, indica su página web.
Es la segunda vez que Embutidos Solà cambia de manos, después de que la familia Cobo comprase el negocio a la familia Solà hace unos años. Bajo el control del grupo navarro, la compañía espera seguir impulsando el negocio desde Gurb.
El empresario Benito Jiménez –que ha llevado a cabo la operación a través de la sociedad Navarra de Participaciones Industriales– tiene interés en posicionarse en el segmento de productos curados de alta calidad y en diversificar su actividad. En los últimos años, ha sumado a su estructura compañías como Cárnicas Galar, que marcó su entrada en el negocio cárnico, y Tastia Group, especializada en restauración y alimentación. En cuanto a Congelados de Navarra, el negocio insignia del grupo, la facturación fue de 336 millones de euros el año pasado y el beneficio neto, de 25 millones de euros, de acuerdo con los últimos resultados publicados en el Registro Mercantil. Con más de 800 personas en plantilla, esta empresa se dedica a la producción de verduras congeladas, como el brócoli, las verduras prefritas o asadas.