El negocio de la nube va viento en popa

Economía digital 

AWS, Azure y Google Cloud presentan una lista de brillantes resultados

Norberto 2

‘Data center’de AWS en el condado de Virginia (EE.UU.)

LV

Vuelve el mal recuerdo de una burbuja, distorsionado por el miedo a una recesión (o, más precisamente, a una estanflación) de raíces geopolíticas. Aparte, asoman dudas sobre la viabilidad de proyectos de centros de datos que proliferan sin asegurarse un cliente-ancla. La cuestión de fondo es si se apoyan en un mercado real o han sido embellecidos por los evangelistas de la inteligencia artificial. De todo esto dependerá la evolución del negocio de computación en la nube: habrá que prestar más atención a parámetros conocidos y menos a visiones digitalizadas de cómo será algún día tal o cual centro de datos en fase de diseño.

Hay demasiadas estimaciones y extrapolaciones acerca del valor del mercado de computación (no olvidar el almacenamiento de datos), residente en la nube, pero las cifras son sospechosas porque la industria se encarga de que no sean directamente comparables. Por cierto, ¿alguien sabe cuánto de esa inversión está realmente vinculada a la inteligencia artificial y cuánto a la continuidad de procesos convencionales una vez externalizados? Por aproximación: la facturación vinculada a la IA representaría a finales de este año unos 25.000 millones de dólares sumando los tres grandes proveedores de servicios cloud (Amazon Web Services (AWS), Microsoft/Azure y Google Cloud) parte de los 242.000 millones previstos en esos servicios cloud . Es una cuota significativa y sin duda aumentará, pero difícilmente llegará a ser dominante. No indica que sean servicios prestados a clientes ni mucho menos dice qué piensan estos acerca del retorno prometido.

Los líderes del mercado de ‘cloud computing’ crecieron un 27% el pasado trimestre

Moraleja: la nube es el soporte necesario de la IA, pero vive de su propio mercado. Sería oportuno no dar por supuesto que toda la capacidad de centros de datos tendrá como destino el despliegue de aplicaciones de IA. Ahora bien, ¿por qué considerar solo estos tres colosos del sector? Porque son mayoritarios. Y ¿ por qué excluir los servicios cloud de Alibaba y de Oracle, que completan el quinteto cabeza? Lo afirma Synergy Research y lo repiten otras consultoras. ¿Por qué no incluir los colos
–contracción de colocation – como Digital Realty o Equinix, que fraccionan y arriendan sus infraestructuras? O ¿por qué no añadir las neoclouds como CoreWeave o Crusoe, excrecencias de la minería de criptomonedas?

¿Y por qué tres y no más? Porque AWS, Microsoft Azure y Google Cloud son, en este orden, los líderes del negocio con cifras verificables: en el 2021, cuando el mundo salía de la pandemia, facturaban por servicios cloud unos 95.400 millones, que en el 2025 van a superar los 242.000 millones (154% de crecimiento acumulado). Lo que tienen en común es que sus negocios de origen son adyacencias muy rentables: comercio electrónico, software empresarial o publicidad online, según los casos.

La demanda supera a la oferta y hace exigibles inversiones que amplíen la capacidad instalada

Los tres líderes cerraron su trimestre con un crecimiento medio del 27% en ingresos por IaaS/PaaS (infraestructura y plataforma como servicio, respectivamente), síntoma de que la demanda excede la oferta, de lo que se deduce la carrera de inversiones en la que están embarcados. Un indicador provisional son los márgenes de beneficio, difícilmente superables por el impacto de la inversión de capital.

Entre los tres hay diferencias notables: AWS aumentó su facturación un 17,5%, Microsoft desglosa ingresos de Azure en alza del 39%, pero no sale del segundo puesto; muy meritorio es el 32% de incremento de Google Cloud, con una creciente cartera de pedidos (esta sí deudora de la IA) y dice tener pedidos en cartera por un cuarto de billón de dólares.

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