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Alejandro Kepp, psicólogo: “La gente cree que si no tienes una casa a los 30 fracasaste, pero comprar una vivienda es mucho más difícil ahora que en los tiempos de nuestros padres”

Vivienda

El experto analiza cómo la presión de acceder a una vivienda antes de los 30 afecta significativamente la salud mental

Según Fotocasa, la edad media para comprar una primera vivienda en España es de 41 años.

No es ningún secreto que la vivienda es un derecho fundamental, reconocido en el artículo 245 del Código Penal. Sin embargo, aunque las leyes sirven para proteger a los ciudadanos, hoy en día, acceder a una vivienda digna se ha convertido en un verdadero reto y un privilegio, especialmente para los jóvenes. Esto no solo ha generado una crisis económica, sino también una crisis de salud mental que afecta a gran parte de la población.

El psicólogo Alejandro Krepp ha compartido a través de sus redes sociales que existe una “injusta presión por tener una casa a los 30 años” generada por expectativas sociales, cuando en realidad la precariedad laboral, el coste de vida y la inflación de la vivienda dificultan el acceso a este derecho.

El derecho a una vivienda está recogida en el artículo 245 del Código Penal. 

Andrey Popov

Comparar la edad a la que nuestros padres o abuelos compraron su primera vivienda es uno de los errores más comunes y lo acaba pagando la salud mental, asegura Krepp. “La narrativa social de acceder a una casa a los 30 genera culpa y un sentimiento de 'voy atrasado', vergüenza por compararse con lo que poseían los padres a su edad. Sienten ansiedad y una autoexigencia tóxica, intentando compensarlo con más horas de trabajo y privándose de cosas básicas,” señala.

La vivienda es un derecho básico y nuestros gobiernos deberían garantizarlo

Alejandro KeppPsicólogo

Según un artículo de Fotocasa, la edad media para comprar una primera vivienda en España es de 41 años, un número elevado en comparación con épocas anteriores, y, más alto que en otros países de la Unión Europa. Estas cifras hacen que muchos jóvenes se culpen por no disponer de los recursos suficientes para acceder a un derecho básico, especialmente si se desea vivir en zonas urbanas más saturadas como Barcelona y Madrid. “Las estadísticas confirman que lo que sientes no es falta de esfuerzo, sino de un sistema roto, en el que en una generación la edad del primer comprador subió 10 años”, afirma.

“Esos sentimientos se basan en expectativas irreales. El problema no es solo económico. También es psicológico: cargar con un estándar imposible erosiona la autoestima y distorsiona la manera en que medimos nuestro valor como persona”, añade.

Este problema afecta a casi toda la población joven, incluso a quienes poseen estudios avanzados, por lo que muchos optan por vivir temporalmente en el extranjero; no solo para mejorar su calidad de vida, sino también para reunir los recursos dificultades para adquirir una vivienda antes de regresar.

Según el Informe del Consejo de la Juventud de España, publicado en agosto de 2025, la tasa de emancipación juvenil durante el primer semestre de 2024 fue del 15,2%, la más baja desde 2006. Estas cifras reflejan las dificultades que enfrentan los jóvenes para acceder una vivienda digna. Además, el informe destaca que más del 50% de los jóvenes destina entre el 30% y el 50% de sus ingresos mensuales a gastos de alquiler, lo que limita significativamente a la capacidad de ahorro para otros gastos esenciales.

“El acceso a la vivienda se convierte en una crisis de la salud mental. Cargan con la idea del fracaso, pero esa idea no viene de ti, viene de otra época. Por esta razón, Krepp señala que no hay que frustrarse por la vivienda y que existe una diferencia estructural entre generaciones. “Tus padres pudieron comprar una casa a los 30 porque el sistema era distinto. Tú no tienes que cargar con esa comparación injusta. La vivienda es un derecho básico y nuestros gobiernos deberían garantizarlo”, concluye.