Ante todo, no confundir con los mundos virtuales de los videojuegos ni mucho menos con el fallido metaverso; son representaciones digitales que hacen viable reproducir y analizar las complejidades del mundo físico. Partiendo de la ingesta masiva de datos, los gemelos virtuales no solamente ahorran tiempo y dinero en prototipos y tests físicos, sino que generan réplicas en 3D de objetos, procesos o servicios con garantías de precisión científica y capacidad para anticipar cuál será su comportamiento en el entorno al que se van a integrar. Un ejemplo muy claro viene del fabricante ferroviario CAF: como parte del diseño de un nuevo tren, se procede a simular múltiples factores predecibles, uno de ellos el nivel de ruido que el usuario percibirá dentro de la cabina.
CAF, por cierto, es desde hace una treintena de años cliente de la compañía Dassault Systèmes. Esta, nacida en 1981 en la placenta del fabricante francés de aviones fundado por Marcel Dassault, se ha ido alejando de aquel origen para autodefinirse como “pionera de los mundos virtuales con el objetivo de mejorar la vida de los consumidores, los pacientes y los ciudadanos”. Con este perfil, tiene en la actualidad unos 370.000 clientes en diversas industrias y sectores, 6.200 millones de euros de ingresos globales en el 2024 y una plantilla de más de 10.000 ingenieros.
La plataforma 3D Experience agrupa
todas las herramientas clásicas de la compañía
Hicham Kabbaj, su director general en España y Portugal, comenta: “Desde hace cinco años nuestro crecimiento es de doble dígito en este mercado. La contribución de la industria en la facturación sigue siendo muy importante, pero nos esforzamos por diversificar las fuentes de ingresos y lo estamos consiguiendo. Somos capaces de ofrecer sistemas para concebir y diseñar productos simples o complejos, así como de escalarlos a grandes corporaciones cuyas cadenas de suministro revisten especial dificultad”.
Abunda en los casos de uso. Un proyecto de gemelo virtual para un cliente del sector eléctrico “sigue su curso”, dice, con la meta de representar su infraestructura para monitorizarla y mejorar su mantenimiento preventivo. Asimismo, la filial de Dassault Systèmes se beneficia de un acuerdo plurianual de su matriz con el grupo Volkswagen, que añade al que históricamente ha tenido con su compatriota Renault. “En ambos casos, el objetivo se resume en que las cadenas de suministro tan propias del sector –apunta la española Gestamp y la portuguesa Simoldes– trabajen de la misma forma asegurando continuidad y coherencia digitales, desde los componentes al producto final.
Juvé&Camps, Bodegas Torres y Europastry, nuevas conquistas en el mercado español
Un conspicuo cliente de Dassault Systèmes es la ingeniería de estructuras metálicas Aciturri, que desde su cuna en Miranda de Ebro ha extendido plantas por España y Brasil. Pero –Kabbaj abre otro capítulo– “las empresas de talla mediana también necesitan hacer ingeniería, y para ello recurren a nuestras soluciones, solo que en estos casos las vendemos a través de terceros”.
El núcleo duro de la oferta de la compañía es, desde el 2012, su plataforma 3D Experience, orientada a muy diversos verticales. Incluye todas las herramientas de diseño que ha ido incorporando con los años, a la vez que permite trasladar el concepto a campos como la biología, la ciencia de materiales, la mecánica o el electromagnetismo, integrando su software de virtualización del ciclo de vida.
Los bienes de consumo y el urbanismo ( smart cities ) están entre las conquistas recientes de Dassault Systèmes. El entrevistado retoma la lista de referencias españolas para hablar del sector de alimentación y bebidas, en el que la compañía ha ganado tres clientes relevantes, como son Bodegas Torres y Juvé&Camps o la panificadora Europastry.

