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Cómo mover el dinero para ahorrar e invertir de manera más eficaz

Bolsillo

Es recomendable guardar el fondo de emergencia en un depósito a la vista o en un producto de inversión con riesgo muy bajo

Una usuaria de banca gestionando dinero delante de un cajero automático

Getty Images

Escoger de manera adecuada el número de cuentas bancarias y su tipología para gestionar ingresos, gastos, ahorro e inversión ayuda a mejorar las finanzas de un hogar. En este sentido, la duda habitual que surge es dónde guardar el dinero destinado al fondo de emergencia, gastos periódicos y ahorro tanto para objetivos financieros a corto como a medio plazo.

Para empezar, se aconseja disponer al menos de dos cuentas bancarias: la primera, para recibir ingresos y administrar gastos; y la segunda, para reservar el ahorro destinado al fondo para imprevistos, que debería ser equivaler, como mínimo, a tres meses de los gastos habituales de un hogar. “Apartar el dinero  del fondo de emergencia evita que se eche mano de él y tener la falsa sensación de que tenemos un dinero extra para gastar por encima de nuestros ingresos mensuales”, comenta Javier Santacruz, vicepresidente de la Asociación de Educadores y Planificadores Financieros (AEPF).

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Además, el economista y analista financiero considera que puede ser una “buena idea” tener una tercera cuenta destinada al ahorro mensual para inversión, donde se ingresarán también los rendimientos y dividendos. En todo caso, el objetivo debe ser mantener las finanzas ordenadas para tener claridad sobre qué dinero se destina a cada propósito y así facilitar la planificación.

Por este motivo, la asesora financiera Elizabeth Wakefield y autora de Finanzas conscientes recomienda abrir subcuentas para separar bien el dinero. ¿Deben estar en el mismo banco? No necesariamente. Sin embargo, admite que, en caso de optar por una sola entidad financiera, resultará más fácil visualizar todas las cuentas de un vistazo desde la aplicación de banca.

Además de contar con una cuenta corriente para la operativa diaria, otra para el fondo de emergencia y una más para inversión, Wakefield aconseja abrir una cuenta o “hucha de periodificaciones”, donde se destine el ahorro mensual necesario para afrontar gastos periódicos que no son mensuales, como la contribución o los seguros. Por ejemplo, si la previsión anual es gastar en seguros e impuestos 2.000 euros, cada mes deberían apartarse 167 euros a esta cuenta, donde además se podrían domiciliar los recibos. Esta manera de operar reduce las posibilidades de que haya meses en los que no se ahorre nada o incluso se tenga que echar mano del fondo de emergencia. Por lo tanto, garantiza un ahorro constante. 

Asimismo, la asesora financiera recomienda abrir una cuenta más para objetivos a corto plazo -hasta un año vista- con el fin de costear vacaciones u otros deseos sin necesidad de financiar. “La idea es calcular el coste estimado del viaje y dividirlo entre los meses que faltan para pagarlo, de manera que se vaya ahorrando de forma fraccionada y no de golpe. Esto permite cumplir metas sin afectar los gastos cotidianos”, dilucida. Así, por ejemplo, si el presupuesto para vacaciones es de 2.400 euros al año, se deberá ahorrar cada mes 200 euros en esta cuenta. 

Depósito a la vista o fondo monetario

Rentabilizar el dinero destinado al fondo de emergencia 

El fondo para imprevistos debe estar en una cuenta de fácil acceso, a poder ser sin comisiones ni penalizaciones por rescate. Sin embargo, existe la posibilidad de rentabilizar este dinero, así como del reservado para objetivos a corto plazo. En este sentido, Santacruz explica que el fondo para imprevistos se puede guardar en un depósito a la vista -producto que genera intereses y permite acceder al dinero en cualquier momento y con nula o poca comisión- o en un fondo del mercado monetario que ofrezca “una pequeña rentabilidad y no tenga comisiones”.

En el caso de optar por un fondo monetario —instrumento que invierte de manera colectiva en activos de muy corto plazo, con alta liquidez y bajo riesgo—, Santacruz recomienda elegir siempre aquellos con una rentabilidad inferior al 1%.