La vida es una toma continua de decisiones y, si quieres emprender, tendrás que escoger entre darte de alta como autónomo o crear una Sociedad Limitada (SL). No hay una solución única para el dilema. Lo mejor para ti dependerá de la actividad que vayas a desempeñar, qué volumen de ingresos proyectas tener o si vas a tener empleados, entre otros factores.
Emprender es apasionante, pero elegir la forma jurídica adecuada puede marcar la diferencia entre avanzar con paso firme… o comprometer todo tu patrimonio sin darte cuenta. En España ya hay más de 3,42 millones de autónomos (un +1 % desde diciembre de 2024), y el año 2024 ha sido récord en creación de empresas: se constituyeron 117.990 sociedades mercantiles, la cifra más alta desde 2007 (+9,1 %)

Emprender nunca ha sido fácil, pero siempre es mejor si tienes una mínima formación.
Vamos a aclararte la opción que mejor se adapte a tus intereses. En esta publicación:
- Compararemos claramente autónomo vs SL: responsabilidad, fiscalidad, costes y trámites.
- Te ayudaremos a decidir: ¿cuándo con menos de 40 000 € conviene seguir como autónomo, y cuándo con más de 50 000 € es mejor dar el salto a SL?
- Verás casos concretos, una guía paso a paso, y recursos clave que permiten ahorrar tiempo y dinero.
¿Autónomo o Sociedad Limitada?
Elegir una opción u otra dependerá del contexto de tu actividad. Entrando en detalle:
Autónomo
Si vas a arrancar tu actividad sin una gran inversión inicial y sin afrontar riesgos financieros, esta es tu opción. Es una fórmula sencilla y flexible para empezar cuanto antes a trabajar por tu cuenta. ¿Quieres ejemplos?: profesionales freelance, pequeños comercios, formadores

Autónomo con su ordenador
Responsabilidad
La responsabilidad es ilimitada; el autónomo responde con todo su patrimonio personal ante deudas y obligaciones del negocio, salvo alguna protección específica como la figura del “emprendedor de responsabilidad limitada”, que tiene limitaciones.
Fiscalidad
Tributa a través del IRPF, con un tipo progresivo que varía dependiendo del nivel de ingresos (aproximadamente 19%-47%) y se presentan pagos trimestrales.
Costes iniciales
El alta es rápida y barata; no se requiere capital inicial, solo tramitar el alta en Hacienda y Seguridad Social. Primer mes ya existe cuota de autónomo.
Gestión administrativa
Sencilla; solo es necesario llevar libros de ingresos y gastos, facilitando la gestión y reducción de costes de asesoría.
Imagen y financiación
Percibido como menos formal; tiene más dificultades para acceder a financiación bancaria y a ciertos inversores
Sociedad Limitada (SL)
Si estás pensando en una actividad con socios y empleados, buscando desde un principio clientes de cierta entidad y con una inversión inicial importante, opta por esta vía. Ofrecerás imagen de empresa constituida desde el principio, lo que te permitirá acceder más fácilmente a la financiación.

Sociedad Limitada (SL)
Responsabilidad
La responsabilidad está limitada al capital aportado por los socios, protegiendo así su patrimonio personal frente a deudas de la empresa.
Fiscalidad
Tributa por el Impuesto de Sociedades (tasa general 25%), y durante los dos primeros años con beneficios se puede aplicar un tipo reducido del 15%.
Costes iniciales
Requiere escritura pública, notaría, registro y un capital social mínimo (generalmente 3.000 €, aunque desde 2022 es posible, constituciones con capital inferior a 3.000 €, pero con limitaciones). Los costes de constitución suelen oscilar entre 290 € y 390 € más IVA.
Gestión administrativa
Obligada a llevar contabilidad completa, presentar cuentas anuales y cumplir mayores formalidades administrativas
Imagen y financiación
Mayor formalidad y profesionalización, lo que facilita el acceso a financiación y mejora la imagen ante clientes y proveedores
Tampoco hay que caer en la simplificación de que si solo eres una persona ya directamente solo te conviene darte de alta como autónomo. Existe la figura de la Sociedad Limitada Unipersonal (SLU) que permite tener todos los beneficios de una SL, aunque solo haya un socio.
¿Cuándo migrar de autónomo a SL?
Según distintos estudios e instrumentos fiscales:
- < 40. 000 € de facturación: el modelo de autónomo sigue siendo ágil y económico.
- Entre 40. 000 y 50 .000 €: el ahorro fiscal con SL empieza a compensar costes
- > 50 000 €: la SL puede ahorrar miles de euros al año (casos ejemplares indican entre 4 200 y 9 500 €)
Aspectos a tener en cuenta para tomar la decisión
Bien, te hemos dibujado un panorama general por si tienes una idea primigenia de emprendimiento muy clara. Pero si te quedan dudas, vamos a entrar en detalle para que valores mejor cada opción.
Para decantarte por una u otra opción, debes tener en cuenta los factores que te explicamos a continuación.
Nivel de ingresos previstos
Si tus ingresos anuales no van a superar los 60.000 o 70.000 euros brutos, normalmente te convendrá darte de alta como autónomo. A partir de este volumen, es mejor optar por la SL para no tener una carga elevada de IRPF.
Riesgo económico y patrimonial
La SL protege el patrimonio personal del emprendedor ante situaciones de impago o responsabilidades frente a clientes o proveedores. También ayuda si se hacen inversiones importantes. Un autónomo responde con su patrimonio personal.
Tener socios y/o una estructura empresarial
Si tu idea de negocio es compartida con socios deberás constituir una SL y repartir participaciones con ellos.
Tipología de tus clientes
Si tu proyecto emprendedor va orientado a tener como clientes a grandes compañías, estas suelen preferir tratar con otras empresas antes que con autónomos. La forma jurídica también te puede hacer más creíble de cara a contratar personal.
Flexibilidad o escalabilidad
El autónomo desarrolla sus actividades con mayor flexibilidad y menos obligaciones. En cambio, la SL actúa con mayores rigideces. Como contrapartida, estas sociedades se adaptan mejor a modelos negocio escalables de cara a futuras expansiones de sus actividades.

Socios emprendedores
El precio de la burocracia
Otro factor a tener en cuenta son los costes de darse de alta con una fórmula u otra.
Si eres autónomo:
- Alta gratuita si se hace online (modelo 036/037 + Seguridad Social).
- «Tarifa plana» de 80 €/mes en la Seguridad Social durante 12 meses.
- Gastos contables bajos (puede gestionarse con plataformas digitales o una asesoría básica).
- Fiscalidad sencilla: presentación trimestral de IVA e IRPF y modelo anual.
Respecto a la «Tarifa plana» en las cotizaciones del primer año como autónomo, también te interesará saber que, más allá de este período, se puede prorrogar en algunos casos:
- Si estimas que tus rendimientos van a ser inferiores al Salario Mínimo Interprofesional.
- Si tienes reconocida una discapacidad igual o superior al 33% o la condición de víctima de violencia de género o víctima de terrorismo, podrás solicitar su prórroga 36 meses más.

Las SL y los emprendedores pueden encontrar ayudas financieras de las Administraciones públicas para arrancar su actividad.
Si eres una Sociedad Limitada:
Como verás, el coste inicial de constituir una SL es más alto pero también tiene más ventajas a medio plazo. Vamos a verlo paso a paso:
- Constitución: tendrás unos gastos notariales que irán entre los 100 o 200 euros. Luego tienes que hacer la inscripción en el Registro Mercantil Provincial que se mueve en un coste alrededor de unos 170 euros.
- Capital social mínimo: deberás aportar un mínimo de 3.000 euros, si no quieres seguir reglas especiales de protección frene a deudas.
- Contabilidad mercantil obligatoria: requiere la contratación de una gestoría especializada.
- Presentación anual de cuentas, libros contables y modelos fiscales: son procedimientos más complejos que los que debe afrontar un autónomo.
Como conclusión, sobre el darse de alta en cada opción, ser autónomo es más barato en el arranque, pero si el negocio crece o genera beneficios altos, la SL puede compensar el mayor coste con ahorro fiscal y ventajas operativas.
Otras bonificaciones y ayudas
La citada «Tarifa plana» no es la única ayuda para autónomos. Además, las SL también disponen de algunas ventajas como estas:
- Pueden acceder a programas de financiación pública que siempre cuentan con condiciones más ventajosas. Por ejemplo, los créditos de entidades como ICO, o ENISA.
- Programas de innovación, digitalización o transformación energética. Por ejemplo el Kit Digital de Red.es (al que también pueden acogerse los autónomos).
- Subvenciones europeas como los Fondos Next Generation o de cada Comunidad Autónoma.
- Ayudas para contratación, especialmente si van enfocadas a determinados colectivos como jóvenes o desempleados.
- También cuentan con mayor capacidad para deducir gastos empresariales y reinvertir fondos.
Para los autónomos, destacan las siguientes:
- Subsidio para los autónomos mayores de 52 años que tengan que cesar su actividad por causas ajenas a su voluntad.
- Capitalización del paro: podrás cobrar la prestación por desempleo como pago único para invertir en la actividad que quieres emprender.
- Accesos a programas de microcréditos y de autoempleo como el ICF Avalis que promueve el Institut Català de Finances en Catalunya.
Deshojando la margarita fiscal
De nuevo, no hay una respuesta única. Te tocará hacer números y ver si en tu caso qué te interesa más.
Para los autónomos:
- Tributarás en el IRPF por tramos: desde el 19% hasta el 47%.
- Te volvemos a recordar que si vas a superar los 60.000 euros de ingresos anuales, quizá te interese más una SL.
- Hacienda es muy restrictiva con las desgravaciones: podrás hacerlo con algunos conceptos como alquiler, formación, servicios… pero mira bien las limitaciones.
Para las SL:
- Tributarás al 25% en el impuesto de Sociedades (excepto si eres una nueva empresa que será al 15% en los dos primeros años con beneficios).
- El administrador podrá tener un salario —que tributará en IRPF, como es habitual— y luego se repartirán dividendos que tributarán entre el 19% y el 28%.
- Aquí sí que hay más margen para acogerse a deducciones: dietas, alquileres de oficinas o locales, combustible de los vehículos de empresa…
Además, las SL pueden reinvertir beneficios, planificar fiscalmente el cierre del ejercicio y acumular capital sin penalización inmediata.
Paso a paso para constituir tu empresa
Tanto si has optado por hacerte autónomo o constituir una SL debes seguir estos procedimientos para darte de alta y recuerda que puedes hacerlos online (mediante la Sede Electrónica de Hacienda y la Seguridad Social) o puedes recurrir a una gestoría.
- Constitución vía Ley Crea y Crece: gracias a esta ley, puedes fundar una SL online en solo 72 horas, mínimo capital 1 € y mayor agilidad con el CIRCE.
- Trámites esenciales
- Solicitud de denominación, elaboración de escritura, estatutos
- Firma ante notario y envío digital al Registro Mercantil
- Alta fiscal (CIF model 036/037), alta en Seguridad Social

Imagen de archivo del Registro Mercantil Central
Rellenar el Modelo 036 o 037 de Hacienda
Escoger uno de los dos sirve para darse de alta como empresario y autónomo. El primero se utiliza para personas físicas y jurídicas. El segundo es una versión simplificada del anterior, pensada para las personas físicas cuya actividad se limite a España y no se acojan a ningún régimen fiscal especial, es decir, muchos autónomos podrán acogerse a él.
El Régimen Especial de Trabajadores Autónomos
Este trámite es con la Seguridad Social. Puedes hacerlo hasta 60 días antes del inicio de la actividad.
Aspectos específicos para Constituir una SL
Los pasos anteriores eran comunes para autónomos y SL, si vas a poner en marcha tu propia Sociedad Limitada deberás también cumplir con estos trámites:
- Certificación negativa del nombre en el Registro Mercantil: que afirma que no existe una sociedad con el mismo nombre.
- Redacción y firma de los estatutos sociales.
- Firma de la escritura de constitución ante notario.
- Inscripción en el Registro Mercantil de la provincia.
- Solicitud del NIF provisional y posterior definitivo.
- Alta en Hacienda y, si procede, en la Seguridad Social.
- Comunicación de apertura del centro de trabajo y, si hay empleados, inscripción como empresa.

Jóvenes en una reunión de planificación de su negocio
Como ves, la decisión entre autónomo o SL debe basarse en el tipo de negocio que tienes en la cabeza, en los ingresos previstos, el nivel de riesgo patrimonial y las expectativas de crecimiento.
Por recapitular, es mejor que empieces como autónomo si vas a trabajar solo con una actividad que requiera poca inversión, con ingresos moderados y quieres rebajar costes y cargas administrativas.
En cambio, apuesta por la Sociedad Limitada si estimas que vas a tener socios (así como empleados y financiación externa), si quieres dar una imagen de empresa sólida y quieres limitar la responsabilidad patrimonial.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
¿Cuál es la principal diferencia entre ser autónomo y crear una SL?
La diferencia clave está en la responsabilidad patrimonial: un autónomo responde con todos sus bienes, mientras que en una SL esa responsabilidad se limita al capital aportado
¿Qué impuestos pago en cada figura?
- Autónomo tributa mediante IRPF progresivo (19 %–47 %).
- SL aplica un tipo fijo de Impuesto sobre Sociedades (15 % los dos primeros años; luego 25 %)
¿Cuánto cuesta comenzar con cada opción?
- Autónomo: alta sencilla y sin apenas coste.
- SL: requiere escritura, notaría, registro y una reserva del 20 % hasta alcanzar el capital mínimo, que puede ser de 1 € gracias a la Ley “Crea y Crece”
¿Qué obligaciones contables tengo?
- Autónomo: contabilidad simplificada con libros de ingresos y gastos.
- SL: lleva contabilidad completa, cuentas anuales, juntas y más
¿Cuándo deberías dar el salto de autónomo a SL?
Suele recomendarse cuando se superan los 40 000 – 50 000 € de facturación anual, ya que el ahorro fiscal suele compensar los mayores costes administrativos
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