Las tarjetas revolving también se conocen como tarjetas de crédito renovable o rotativo. Gracias a su flexibilidad y facilidad de crédito rápido, se han hecho muy populares en los últimos años y son comunes, por ejemplo, a la hora de pagar muebles, electrodomésticos o financiar mediante cómodos plazos una compra de un importe elevado. Así como para cubrir la compra de productos básicos.
Eso sí, sus peculiaridades han hecho que muchos usuarios hayan reclamado su tarjeta revolving por abusiva y usuraria. Denuncian que este tipo de producto da una falsa sensación de liquidez y multiplica, de manera casi infinita, la deuda asumida. Ya que el cliente, en la mayor parte de los casos, desconoce el coste de la operación y hasta cuándo se va a prolongar su pago.
Guía de tarjetas revolving
Por eso, antes de contratar este tipo de tarjetas, es importante conocer las principales diferencias entre un crédito y un préstamo bancario y, sobre todo, entender los inconvenientes de una tarjeta revolving.
¿Qué es una tarjeta revolving?
Las tarjetas revolving son una modalidad de tarjetas de crédito que permite disponer de un límite determinado de crédito que se puede devolver a plazos. Estas cuotas mensuales, a través de pagos fijos o porcentuales, permiten seguir disponiendo de la línea de crédito a medida que se va a amortizando, pero descontando de dicha cuota abonada los intereses y otros gastos, como seguros y comisiones que en la mayor parte de los casos, el cliente desconoce. El problema aparece cuando esa cuota mensual se destina en gran parte a pagar intereses y comisiones, de modo que la deuda se “recicla” y se alarga en el tiempo… hasta volverse inasumible, convirtiendo al cliente en un deudor cautivo.
La cuota suele ser la suma de:
- Capital principal que se va amortizando
- Intereses
- Comisiones
- Gastos derivados
- Seguros
¿Cómo funcionan las tarjetas revolving?
Una tarjeta revolving funciona (casi) igual que una tarjeta de crédito tradicional. Ambas permiten disponer de dinero, aunque no haya fondos en la cuenta asociada. Sin embargo, la gran diferencia es la forma de devolución de ese crédito.
Además, a diferencia de lo que ocurre con un préstamo bancario, que se recibe una suma de dinero determinada que hay que devolver tanto si se usa como si no, y tiene un plazo determinado de devolución, conociendo el cliente de antemano su coste, en la tarjeta revolving se puede disponer de la cantidad concedida a medida que se vaya necesitando, dentro del límite y plazo establecidos prolongando la deuda en el tiempo, hasta que el cliente decida dejarla de utilizar.
Así, cuando se aprueba una tarjeta revolving, el banco emisor establece una línea de crédito para el titular. Es decir, la cantidad máxima que podrá gastar con esa tarjeta. Luego cada mes, el usuario devolverá el pago mínimo que haya fijado con el banco y no el total de lo que haya gastado. De manera que cuanto más baja es la cuota más intereses se van a generar.
Generalmente, el pago mínimo suele ser una proporción de la deuda pendiente más los intereses acumulados. Varía según cada contrato y entidad, pero aun así, este porcentaje ronda el 2% o el 3% del crédito y el tipo de interés que suele aplicarse oscila entre un 18% y un 21% con carácter anual (incluso lo han llegado a aplicar mucho más alto). Cada mes, por lo tanto, el usuario mantiene pendiente una deuda que se suma a la del mes siguiente con un interés elevado.
Un ejemplo rápido
Límite de 1.000 €. Gastamos 500 €. Con un pago mínimo del 3 %, abonamos 15 € al mes (sobre principal e intereses). Si buena parte de esos 15 € son intereses, el principal apenas se reduce… y la deuda se prolonga.
Señales claras de que tu tarjeta podría ser revolving
- Pagas siempre la misma cuota, pero el capital pendiente no baja.
- Te ofrecieron ”pago mínimo” o ”cuotas cómodas” sin explicar el coste real.
- TAE muy elevada para un crédito al consumo.
- Te ofrecen subir el límite con facilidad para “respirar” un mes… y el saldo crece.
Riesgos habituales tarjetas revolving
Riesgos habituales (y por qué tanta gente reclama)
Desde Legálitas alertan de los riesgos asociados a la contratación de este tipo de tarjetas. Por eso, antes de solicitar una tarjeta revolving, es importante dejarse asesorar y entender completamente las condiciones y los términos que se deben cumplir, ya que en muchos de los casos, aunque el tipo de interés sea acorde con las características del mercado, la cuota es tan pequeña que se podría decir en algunos casos que hay falta de transparencia porque el cliente no llega a conocer el coste de la operación, a lo que se le podría añadir así mismo, la aplicación de otros costes, que así mismo desconoce (seguros, comisiones y otros gastos).
- Efecto bola de nieve: gran parte de la cuota son intereses, y el cliente no amortiza casi nada.
- Coste real opaco: la TAE y comisiones no se entienden al contratar. Además de contar con unos elevados intereses, este tipo de tarjetas suelen tener otros gastos asociados como, por ejemplo, cargos por retirar dinero en efectivo.
- Duración indefinida: puedes estar años pagando sin cancelar el principal desconociendo en muchas casos cuánto se ha llegado a disponer, cuánto se ha llegado a pagar y en qué conceptos.
- Sobreendeudamiento: subidas del límite y pagos mínimos cronifican la deuda. Como el crédito no es finito, el usuario puede seguir gastando y eso facilita que las deudas se vayan sumando.
Antes de solicitar una tarjeta revolving
Antes de contratar este método de financiación es crucial informarse de cuáles son los intereses y otros gastos que se van a abonar. Así como informar sobre diferentes escenarios de pago y amortización.
De hecho, las entidades financieras están obligadas a presentar contratos claros y con un lenguaje sencillo donde se expliquen las distintas modalidades de pago previstas y donde se incluya expresamente el término “revolving”.
Tanto la información precontractual como el contrato en sí mismo deben ser comprensibles para cualquier persona, y sobre todo que conozca el coste de la operación.
¿Qué información debes solicitar?
Desde Legálitas aconsejan, de forma periódica, solicitar diferentes informaciones como:
- El plazo de amortización previsto, es decir, cuándo se terminará de pagar si no se hace ningún otro movimiento o gasto.
- Un ejemplo de los diferentes escenarios sobre el posible ahorro que supondría aumentar el importe de la cuota. Las empresas que comercializan este tipo de tarjetas están obligadas a mostrar una simulación de cómo evolucionaría la deuda en función de cada cuota mensual, etc.
- El importe de la cuota mensual, que le permitiría liquidar toda la deuda en un año, y un análisis del perfil de cada usuario que garantice que la entidad le está ofreciendo el producto más adaptado a sus necesidades.
Comparativa: revolving vs. alternativas
¿Cuándo puede considerarse usuraria ?
En reclamaciones de revolving suele alegarse usura cuando el interés aplicado resulta notablemente superior al normal del dinero para créditos de su misma naturaleza, previa valoración del abogado y análisis de la situación particular en comparativa con los criterios establecidos por la jurisprudencia al respecto según la cual hay usura cuando el tipo de interés supera seis puntos el tipo medio establecido por el Banco de España a la fecha de contratación.
Si un juez declara la nulidad por usura, el consumidor solo debe devolver el capital efectivamente prestado, y la entidad debe reintegrar intereses y comisiones. Y aunque el tipo de interés sea el ajustado al mercado, se podría analizar, por otro lado, la falta de transparencia si la cuota es tan baja que convierten al cliente en un deudor cautivo, desconociendo cuándo va a dejar de pagar.
Las tarjetas revolving pueden llegar a causar grandes problemas a sus usuarios
En este contexto, son ya distintas sentencias del Tribunal Supremo las que han determinado que un crédito revolving es abusivo cuando o adolece de falta de transparencia, por ejemplo, cuando no incluye información clara sobre la TAE, sobre su escasa amortización, si la TAE supera en al menos 6 puntos porcentuales el interés medio o sobre cómo se produce la acumulación de los intereses vencidos y no satisfechos.
Por lo tanto, ante cualquier duda y/o la necesidad de reclamar a la entidad financiera una tarjeta revolving por usura o también por falta de transparencia, es crucial contactar con abogados expertos como los que forman parte de Legálitas. Estar en las mejores manos es el primer paso para recuperar gran parte del dinero que se pagó al banco a modo de intereses.
¿Qué puedes recuperar con la reclamación?
- Nulidad del contrato por usura o falta de transparencia.
- Devolución de intereses, comisiones y seguros vinculados lo cobrado de más).
- Recalculo del saldo: se compensa lo pagado con el capital realmente prestado.
- Cancelación de registros de morosidad si procediera.
Pasos para reclamar
- Reúne documentación: contrato, extractos, TAE aplicada, comunicaciones comerciales.
- Análisis jurídico: revisar TAE, sistema de amortización y la información precontractual.
- Reclamación extrajudicial a la entidad (atención al cliente y servicio de reclamaciones interno).
- Demanda judicial si no devuelven lo debido o hacen ofertas a la baja.



