El 2024 se ha revelado como un buen año para la economía española. Si ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE) certificó que el año pasado se crearon 460.000 nuevos puestos de trabajo, hoy ha cifrado en el 3,2% de crecimiento en este periodo.
El buen comportamiento de la actividad en los últimos meses ya apuntaba en esta dirección, apuntando a un PIB creciendo alrededor del 3%, una cifra que destaca en una Europa de comportamiento anémico. Supone un aumento de cinco décimas respecto al crecimiento del 2,7% del año pasado, que ya fue también una excepción entre las economías europeas. Y es también el cuarto año consecutivo de crecimiento después del hundimiento pandémico del 2020.
Son el consumo, la inversión y el buen comportamiento del sector exterior los que han impulsado el crecimiento del 3,2% en 2024. En concreto, el consumo privado ha aportado el 1,6%. Aquí se nota un incremento facilitado por unos precios más controlados y unos salarios que han aumentado recuperando parcialmente poder adquisitivo; aunque hay que destacar que los economistas y el propio Banco de España detectan que este consumo está quedando por debajo de lo que correspondería. Le sigue el consumo de las administraciones públicas,con un 1%, y que es una contribución que tendría que ir disminuyendo en momentos de retorno de las reglas fiscales; y la inversión, con cindo décimas. Por su parte, el sector exterior ha añadido cuatro décimas más.
El consumo de los hogares, el de las administraciones y la inversión explican el crecimiento del año pasado
Para el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, estos datos colocan a España en muy buena posición, para afrontar los años 2025 y 2026 en condiciones de “seguir liderando a las grandes economías a nivel europeo”.
En el cuarto trimestre se ha mantenido un crecimiento del 0,8%, gracias en parte a la evolución del consumo privado, que ha aumentado un 1%, manteniéndose en línea similar con los trimestres anteriores, mientras que el de las administraciones públicas se queda en un aumento de cuatro décimas. También destaca el incremento de la inversión, con un aumento del 2.8%, que es el mayor en los últimos tres años.
“Es una sorpresa en positivo el repunte de la inversión en el último trimestre, aunque podría ser de carácter transitorio por compras puntuales de material de transporte realizadas en la parte final del año. Queda por ver si es un fenómeno puntual o se mantiene este año”, afirma María Jesús Fernández, economista senior de Funcas.
De esta manera, el año ha mantenido un crecimiento bastante constante. Arrancó el primer trimestre con un 1% (el INE lo ha revisado una décima al alza) y en los tres siguientes se ha mantenido en el 0,8%.
La economía ha terminado el año mucho mejor de lo que se pensaba al principio, de manera que todos los organismos y centros de estudio han ido revisando al alza sus previsiones a medida que pasaban los meses. Valga el ejemplo de Funcas que en enero del año pasado preveía un crecimiento en el 2024 de solo el 1,5%, un porcentaje que fue revisando al alza en sus actualizaciones hasta el entorno del 3%.
Este fuerte crecimiento del cuarto trimestre del ejercicio anterior supone un empujón importante para la actividad de este año, por el efecto arrastre que tiene, y es lo que lleva al Gobierno, junto con otros datos, como el empleo, a preparar una revisión al alza de su crecimiento. Será superior al 2,5% según apuntó el Ministerio de Economía, y se cerrará en el Consejo de Ministros de la próxima semana. Estaba previsto anunciarlo ayer, pero la aprobación in extremis de las medidas del escudo social, focalizó todos los esfuerzos en la reunión de este martes.