Grandes hoteleras y aerolíneas velan armas para esquivar el caos de Trump

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El turismo desde EE.UU. se mantiene pero las empresas temen un impacto global

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Los estadounidenses, como la familia de la imagen, son el primer grupo de turistas extracomunitarios en Barcelona

Mané Espinosa

Este 2025 prometía ser otro gran año para el turismo en España, pero el caos desatado por Donald Trump y su guerra arancelaria ha empañado el optimismo de las empresas del ramo. Aunque la Semana Santa, primera gran cita viajera del año, llega con buenas cifras tanto de visitantes como de gasto, grandes hoteleras y aerolíneas han activado ya toda su maquinaria para intentar esquivar posibles daños, con especial escrutinio de las llegadas de turistas desde Estados Unidos.

“Aún no tenemos datos pero hay preocupación manifiesta”, afirman desde Exceltur, la asociación que agrupa 30 de las mayores empresas del sector. La entidad ha detectado que el 75% de los empresarios considera que los cambios que se están produciendo en el orden mundial van a afectar a corto plazo a la demanda turística global y la mitad de ellos, que impactarán de manera negativa.

La profundidad de las tasas arancelarias pero también la inestabilidad de las medidas del presidente norteamericano, que un día proclama tarifas a medio mundo y otro día las rebaja mientras la bolsa viaja en una montaña rusa, hace que sea “muy delicado” hacer previsiones. “Ya estamos monitorizando a tiempo real el turismo que recibimos desde EE.UU., mirando reservas, búsquedas...”, afirman desde la asociación.

De momento, los datos de hoteleras y aerolíneas dicen que los estadounidenses siguen viajando a Europa y a España en concreto, igual que los otros grandes mercados emisores. “No percibimos cambios que nos muestren una variación en la tendencia”, señalan desde Meliá. En el caso concreto de esta compañía, las reservas de turistas estadounidenses han aumentado este año, con un crecimiento en las ventas respecto a 2024. “Madrid, Barcelona y Sevilla se mantienen como destinos predominantes para este turista, mientras crecen en destinos como Canarias, Mallorca y Marbella”, añaden desde la cadena que dirige Gabriel Escarrer.

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Desde otra de las grandes hoteleras españolas, Riu, tampoco observan variaciones y las previsiones para esta Semana Santa son de incremento. El mercado estadounidense es el más importante para la cadena de la familia Riu tanto en volumen de negocio como en número de estancias por la importancia de este turista en el propio continente americano; sobre todo en México y en los destinos del Caribe, como Bahamas, Jamaica, Aruba y República Dominicana, donde la empresa está presente con diversos hoteles y resorts. La evolución, aseguran, “es positiva” tanto para estos destinos como para España.

Los viajeros del país norteamericano son un importante negocio para destinos como Barcelona

De cara a los próximos meses, en Hesperia sí aprecian una ligera moderación en el ritmo de reservas online desde este país, “aunque todavía es pronto para valorar si se consolidará como una tendencia”, explica Oliver Benalal, director de Desarrollo de Negocio de Hesperia World. La compañía está manteniendo una estrategia muy activa en el mercado norteamericano para seguir estimulando la demanda y compensar cualquier posible fluctuación.

Desde Palladium señalan asimismo que el mercado estadounidense es fundamental para su actividad, tanto en América como en Europa. “A pesar de que no hemos percibido fluctuaciones notables en el volumen de huéspedes de este país por el momento, seguiremos trabajando por ofrecerles -al igual que al resto de clientes- una propuesta atractiva a la altura de sus expectativas que haga que no dejen de visitar los destinos en los que nos ubicamos”, indican en la hotelera.

El visitante de Estados Unidos representa una pequeña parte del pastel turístico español. De los más de 93 millones de viajeros extranjeros que llegaron el año pasado, sólo el 4% provenía del país norteamericano. “Si se produce una leve bajada se podrá compensar con otros mercados, este año se prevé que España alcance los 100 millones de visitantes”, considera José Rodríguez Pousa, consejero delegado de Sercotel.

Ahora bien, su peso sí es muy relevante en ciudades concretas, tanto en volumen como en gasto. Es el caso de Barcelona, donde ocupa el primer puesto entre los turistas extracomunitarios.

La estimación de Exceltur para este ejercicio contempla un mantenimiento de la fortaleza de la demanda de turismo internacional aunque menos de lo prevista en el mercado estadounidense. En ello pesa una menor capacidad adquisitiva en un contexto inflacionista y el debilitamiento temporal del dólar. “Los efectos de los aranceles sobre el turismo serán de segunda ronda”, explica Óscar Perelli, vicepresidente ejecutivo de Exceltur. El directivo entiende que, al no haber tasas o barreras concretas a los viajes, éstos se limitarán si los aranceles llegan a tener un impacto en el poder adquisitivo de los ciudadanos. “Si hay una afectación sobre la renta y menos capital disponible, con una alta inflación, es posible que se vea restringido”, reflexiona Perelli. El efecto final, detallan desde la organización, está supeditado al curso del proceso de negociaciones con todas las economías. Y con un político imprevisible como Trump, la incerteza es máxima.

“Aún no tenemos datos pero hay preocupación manifiesta”, afirman desde Exceltur

Entre los sectores más expuestos, destacan las aerolíneas. Puede que los estadounidenses sigan viajando a Europa y España, pero las agencias de viaje ya han detectado una reducción considerable en el ritmo de reservas para viajar hacia Norteamérica por la desafección que están despertando las políticas de Trump y su actitud hacia los extranjeros.

Pese a ello, las compañías aéreas apuestan por aguardar y mantener planes. En Iberia prevén crecer un 14% respecto al año pasado, mientras la demanda desde y hacia Estados Unidos “sigue siendo muy sólida”, sostienen. La aerolínea de IAG, de hecho, acaba de recuperar los vuelos a Washington DC.

El corto plazo, pues, no presenta nubarrones. Pero en el sector son conscientes de que con Trump en la Casa Blanca cualquier cosa puede ocurrir. Por ello están a la expectativa y vigilantes de lo que sucede en ese país. Un simple mensaje del republicano llamando al turismo patriótico de sus ciudadanos podría trastocar los planes de muchas empresas.

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